¿Existe un cine gastronómico?

  • Sin reservas, Fuera de carta, Soul Kitchen, Ratatouille y Lluvia de albóndigas. La gastronomía ha pasado de ser un simple pretexto para contar historias a la protagonista absoluta de películas cinematográficas de éxito. ¿Estamos delante del nacimiento de un nuevo género cinematográfico?
Cine gastronómico
Cine gastronómico
lainformacion.com
Alessia Cisternino
Alessia Cisternino

Drama, comedia, ciencia ficción, acción, musical y animación. Pero ¿cómo llamaríamos a esas películas que, cada vez más a menudo, se asoman a la cartelera y que tienen a la gastronomía como su protagonista absoluta? El maridaje entre la gastronomía y el séptimo arte no es ninguna novedad. Ya en 1987 los rígidos habitantes de una aldea danesa cedían a los placeres de la mesa en El Festín de Babette.

No es raro que la gastronomía aparezca en la gran pantalla junto con un su vicio favorito: el sexo. El 1973 Marco Ferreri dirige La gran comilona, historia de cuatro amigos que quieren suicidarse comiendo hasta reventar y a la vez disfrutando de los placeres carnales. En Nueve semanas y media Kim Basinger adivina con los ojos vendados lo que le está dando de comer su amante Mikey Rourke en una espiral de sexo y comida y en Jamón Jamón, de Bigas Luna, el olor a tortilla de Penélope Cruz volvía locos a dos caballeros.

Pequeños papeles, roles de reparto, pretexto para contar historias. La carrera cinematográfica de la gastronomía ha pasado por todas las etapas obligatorias y ahora parece haber llegado el momento de que el aprendiz se convierta en una estrella. La prueba es que en los últimos 3 o 4 años tanto la cartelera nacional como la internacional acogen cada vez más a menudo películas en las que la gastronomía es el marco y el lugar donde la historia se desarrolla.

Sin reservas – con Catherine Zeta-Jones y Aaron Eckhart – es un remake de Deliciosa Martha, una película alemana dirigida por Sandra Nettelbeck, tal vez un poco más oscura que su versión hollywoodiana pero igual de entretenida y conmovedora; un magnifico Javier Cámara interpreta el caprichoso chef de un restaurante de moda de Chueca en la película española Fuera de Carta, mientras la película alemana Soul Kitchen cuenta las peripecias de los curiosos "habitantes" de un restaurante de la periferia de Hamburgo y más recientemente la coproducción suizo-alemana-española Bon Appétit echa una vez más el amor a una olla caliente haciendo de la gastronomía una de las líneas temáticas dominantes de la película.

El cine de animación también ha cedido a los encantos narrativos de la gastronomía con dos películas deliciosas: Ratatouille – que entre divertidos engaños, sorpresas y auténticos momentos de tensión demuestra que todo el mundo puede cocinar – y Lluvia de albóndigas – donde un científico un poco patoso consigue que llueva comida del cielo. Con la apocalípticas consecuencias que esto conlleva.

La lista podría ser infinita y podría ir aun más allá en el pasado o adentrarse en el cine independiente donde se encuentra, en una especie de limbo que no se merece en absoluto, una pequeña película gourmet, Retrato de April, donde todo pasa mientras la estrafalaria protagonista – una joven y todavía no muy famosa Katie Holmes – intenta hornear el pavo para su familia el día de Acción de Gracias.

Pero quizás es más interesante preguntarse si estamos delante de una tendencia que últimamente se está colando en todos los guiones cinematográficos, abriendo el camino al nacimiento de un nuevo género cinematográfico, es decir de una categoría que incluye todas esas películas en las que la gastronomía no es sólo un pretexto o un marco, sino la estrella.

¿Existe un cine gastronómico? Es uno de esos casos en los que es probable que se tarde mucho en ponerse de acuerdo, pero sí existen festivales que celebran ya la unión perfecta entre estas dos artes – el cine y la gastronomía – como el Festival de Cine y Gastronomía Audiovisual Cinegourland que el año pasado ha llegado a su cuarta edición y el Film&Cook, un festival de cine independiente y gastronomía, cuyo estreno está previsto en Barcelona el próximo 11 de marzo. Una cosa es cierta: ahora la gastronomía no se disfruta sólo en la mesa, también en la gran pantalla.

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