El cocinero catalán Santi Santamaría, con tres estrellas Michelin, ha fallecido repentinamente durante un viaje a Singapur, según ha confirmado un portavoz de su restaurante más famoso. Al parecer, Santamaria se encontraba en el país asiático visitando un establecimiento de su propiedad que dirige su hija.
El cuerpo de Santamaria ha sido trasladado al Hospital General de esta nación del Sudeste asiático, donde permanecerá hasta que sea enviado a España.
Santamaria murió hacia las 20:30 hora local (12:30 GMT) y fue uno de los trabajadores del restaurante quien comunicó el deceso a las autoridades locales y a la Embajada de España.
Fuentes diplomáticas han señalado que en principio y a la espera de las pruebas médicas, la muerte le sobrevino por causas naturales.
El jefe de cocina de Can Fabes y mano derecha de Santamaria, Xavier Pellicer, ha explicado por su parte que desconoce las causas del fallecimiento aunque, ha agregado que, al parecer, tuvo "un ataque al corazón tras desmayarse".
Asimismo, la embajada de España en Singapur ha informado que ha iniciado las gestiones para repatriar los restos mortales de Santamaria a España.
La noticia de la muerte del prestigioso cocinero ha causado una gran consternación entre sus colegas en España.
El cocinero Juan Mari Arzak ha afirmado a Efe que no tiene palabras ante la muerte de Santamaria, quien "a pesar de tanta polémica" era, ha dicho, amigo suyo "de toda la vida".
Arzak ha considerado que la pérdida del chef catalán "va a ser muy importante, porque era uno de los grandes" de la gastronomía española.
Un reconocido Chef
Santamaria (Sant Celoni, Barcelona, 1957)inauguró El Racó de Can Fabes en 1981 y fue Premio Nacional de Gastronomía 2009. Era uno de los chefs españoles más reconocidos a nivel internacional por la Guía Michelín, junto a Ferran Adriá.
En2006 además abrió el restaurante Evo, en el Hotel Hesperia Tower deBarcelona, con una estrella Michelin, y en 2007 fundó otro bautizado Tierra y situado en elValdepalacios Hotel Gourmand.Santamaría fue uno de los que desató en España una fuerte polémica tras criticar, en su libro 'La cocina al desnudo', la llamada cocina tecnoemocional o molecular de Adriá y a sus seguidores por el uso de aditivos industriales que él consideraba más adecuados de la alimentación industrial que de los grandes santuarios culinarios.
El cocinero creía que "si el producto es lo más importante para un cocinero y este utilizaaditivos, estos pasarán a ser importantes en la alta restauración… paraser creativo no vale cualquier cosa".
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