Helados perfectos para todas las estaciones

¿Un helado? ¿Con este frío? Pues sí, aunque depende del helado. Apartémonos por un momento de la imagen de nosotros sujetando un cucurucho con unos guantes de lana y pensemos más bien en una rica crema con sabor a Tiramisú, nuez con sirope de arce de Canadá, chocolate suizo, pistachos y vainilla de Madagascar.

Se llaman Mövenpick y seguro que a algunos de los gourmet más experimentados le sonarán de algo. A todos los demás sólo les decimos que se trata de una marca estrella en el reino de los helados industriales de calidad. Y uno de esos placeres asequibles que no se dan todos los días.

La marca Mövenpick nace en la ciudad suiza de Lausanne en 1943 como una pequeña heladería ubicada en los bajos de un hotel. Luego la heladería adquirió el hotel (razón por la cual si se busca Mövenpick en Google, lo primero que aparece es una cadena hotelera) y ahora representa una marca de helados presente en 38 países.

Entre ellos, España, donde las tarrinas, de tres diferentes tamaños – la más pequeña, la de 175 cl viene incluso con una cucharita de plástico "escondida" bajo tu tapa – se pueden adquirir en las tiendas de delicatessen y en los espacios especializados en productos gourmet de algunos grandes almacenes.

Como si de una marca de alta moda se tratase, Mövenpick tiene varias "colecciones". Una más clásica, que incluye gustos más tradicionales pero no por eso comunes como stracciatella; café espresso; fresa; caramelita – con perlas de caramelo hecho a mano; chocolate con trocitos de cacao de Maracaibo y "Double cream and meringues", hecho con crema doble de Gruyere, el queso suizo más conocido.

Luego hay una colección más atrevida, que sorprende con sabores como requesón y pimienta rosa; ron jamaicano con pasas; vinagre balsámico de Modena; coñac VSOP, hecho con coñac reserva madurado en barricas de roble durante cuatro años y trocitos de manzana Granny Smith marinada en el mismo coñac. Nada más y nada menos.

Y luego chocolate blanco; chocolate puro; panna cotta – con sirope de frambuesa y trocitos de frambuesa; yogur; manzana verde; lima y limón; frambuesa y fresa y el mucho más que aconsejable mango y fruta de la pasión.

El precio, eso sí, no es exactamente asequible: algo más que 3 euros para la tarrina de 175 cl y unos 7 euros para la de 550. Pero cuando se habla de placeres perfectos para cualquier estación del año, ¿en serio es cuestión de precio?