Madrid celebra primera de sus dos Nocheviejas exitosa en asistencia festiva

  • Un año más la Puerta del Sol ha vivido esta medianoche la primera de sus "dos nocheviejas" anuales en la que miles de madrileños han ocupado en una fiesta "muy digna" el estratégico enclave de la capital, feudo de concentración y reivindicación de los indignados a lo largo del año que concluye.

Madrid, 30 dic.- Un año más la Puerta del Sol ha vivido esta medianoche la primera de sus "dos nocheviejas" anuales en la que miles de madrileños han ocupado en una fiesta "muy digna" el estratégico enclave de la capital, feudo de concentración y reivindicación de los indignados a lo largo del año que concluye.

Un importante dispositivo de la Policía Municipal ha controlado todos los accesos al centro neurálgico de la capital para evitar que en Sol se introdujeran envases de vidrio, botellas o venta ambulante que hubiera podido distorsionar el ambiente de fiesta.

La fachada principal de la presidencia de la Comunidad de Madrid en la que se ubica el reloj más famoso de España, ha estado especialmente protegida con una barrera de seguridad de unos diez metros bajo la atenta mirada de varias dotaciones del mismo cuerpo policial asistidos con canes adiestrados.

El éxito del que comienza a ser tradicional inicio de la Nochevieja en Madrid viene una vez más determinado por la gran afluencia de público que prefiere evitar la aglomeración de la importante noche del cambio de año.

Tal vez haya que empezar a echar cuentas y comparar ambas aglomeraciones pues en asistencia no deben de estar ya muy distanciadas, dado que la prefiesta del día 30 bate récords de asistencia año tras año.

No han faltado uvas, chocolate, dulce, cerveza, champán y licores aunque el brindis se hiciese con vaso de plástico y la imaginación de los más atrevidos haya conseguido camuflar en la plaza alguna que otra litrona o botella de champán.

Desde unos trescientos metros alrededor de la Puerta del Sol el recorrido debía hacerse a pie, dado que el transporte público de autobús y taxi no accede a la zona en esta noche y de que las estaciones del Metro y del Cercanías ferroviario en la misma plaza tenían echado el cierre.

Todos los locales de restauración de la misma plaza y de las calles aledañas han gozado de una asistencia generosa de clientes que hacían ardua la labor de conseguir una cañita refrescante -la noche invernal era relativamente moderada con una temperatura de 10 grados-, e infructuosa la pelea por conseguir unas bravas del célebre Callejón del Gato por el que hacía sus correrías bohemias Don Latino de Híspalis.

Y así todos los aledaños y rincones en los que turistas despistados, ancianitos de paseo navideño de última hora y hornadas de jóvenes disfrazados y engalanados con multitud de variados símbolos, pelucas y vestimentas han disfrutado del final de un año 2011 que por una vez no ha estado asociado a la imagen negra de las malas noticias que nos han acompañado en estos últimos doce meses.

Madrid ha retomado de nuevo la calle para sonreír, desearse un buen año, augurar un futuro prometedor, echar un baile y sencillamente divertirse en esta entrañable noche en la que todos se abrazaron con todos una vez más en la plaza que guarda el mayor patrimonio de las vivencias ciudadanas de la capital de España: la Puerta del Sol.

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