Rincón del Caribe hondureño protege sus tesoros con festival electrónico

  • Una pequeña isla en el Caribe de Honduras no solo es refugio natural de especies marinas como el hermoso tiburón ballena, sino que además es puente a una popular fiesta electrónica cuya recaudación sirve para la conservación de ese paraíso tropical.

Germán Reyes

Utila (Honduras), 3 jul.- Una pequeña isla en el Caribe de Honduras no solo es refugio natural de especies marinas como el hermoso tiburón ballena, sino que además es puente a una popular fiesta electrónica cuya recaudación sirve para la conservación de ese paraíso tropical.

Utila, es la menor de tres islas que conforman las llamadas Islas de la Bahía, en el departamento hondureño del mismo nombre, caracterizadas por una abundante belleza natural, playas blancas, aguas cristalinas, impresionantes arrecifes de coral y especies endémicas de animales.

Desde ella y en un "taxi de agua" se llega en pocos minutos al Cayo Water, un diminuto paraíso tropical, privado, deshabitado y sin infraestructura física que sirve de asiento a la rumba electrónica, organizada desde hace trece años por una ecuatoriana que llegó a Utila de vacaciones y nunca más se fue.

El cayo, que es tan pequeñito que se puede recorrer por completo en 15 minutos, está bañado por aguas cristalinas y la arena blanca que reciben a sus visitantes, que se pueden proteger del fuerte sol bajo las abundantes palmeras.

Lo que ahora se conoce como el Festival Internacional Sunjam, relató Tatiana Jijón, comenzó hace trece años como una fiesta de un grupo de 30 amigos que se reunían en Cayo Water "para celebrar la vida".

Los amigos eran convocados por esta ecuatoriana y Alfred Olin, a quien conoció en Utila y ahora es su esposo.

Tatiana contaba entonces con 20 años y visitó Utila por primera vez como regalo de cumpleaños de su padre, y quedó tan prendada de la belleza y tranquilidad del lugar que no regresó a París, donde llevaba cursada casi la mitad de la carrera de Historia del Arte en la Universidad de La Sorbona.

Fue "amor a primera vista (...) me enamoré del arrecife coralino de Utila, que es un destino para buceadores y donde ahora soy dueña de una escuela de buceo", la Parrots Dive Center, junto con su esposo, relató Tatiana a Efe.

El grupo de amigos que visita Utila se fue ampliando gradualmente y ahora la fiesta reúne a 1.500 personas que llegan de diferentes sitios de Honduras y del extranjero para ser partícipes de un festival de 24 horas continuas de música electrónica.

Este año el festival, promovido por Tatiana y su esposo, comenzará a mediodía del 4 de agosto y terminará 24 horas después, indicó Tatiana mientras atendía a un grupo de periodistas hondureños invitados a Utila por la Secretaría de Turismo como parte de la promoción de la isla hondureña.

Lo pequeño del cayo donde se celebra el festival no permite una mayor participación de visitantes, que en su mayoría reserva con anticipación su entrada, ahora también por vía electrónica, a un coste de 50 dólares.

Pero no se trata solo de una fiesta: los asistentes tienen acceso a un mercadillo con venta de comidas, bebidas y artesanías cuya recaudación en parte se invierte en limpieza de playas y trabajo comunitario como la reparación de algún parque, aseveró Tatiana, quien es madre de un pequeño de dos años.

Hija de una brasileña y de un diplomático de carrera ecuatoriano, que la llevó por el mundo, Tatiana afirma que después de trece años los encantos naturales de Utila la siguen cautivando.

Del atractivo de Utila también da cuenta la madre de Tatiana, María Do Socorro Soares, natural de Ceará, ciudad de Fortaleza, quien vino a la isla hondureña a visitar a su hija por un mes y ya va por terminar el segundo.

Soares dijo a Efe que "Utila es un encanto" y recordó que a Tatiana y a su segundo hijo, José Ignacio, siempre les ha gustado la aventura.

José Ignacio es un reconocido alpinista que ha escalado las siete cumbres más altas del mundo, en solitario, lo que lo convierte en el único latinoamericano en haber logrado esa hazaña, dijo Tatiana.

"Mientras mi hermano escala montañas, yo me sumerjo en las aguas del buceo y mis padres están con los pies en la tierra", bromeó Tatiana, al recordar que su padre, José Ignacio Jijón, se dedica a cultivar café y fresas en Ecuador.

Utila, con 11 kilómetros de largo y cuatro de ancho, es refugio del tiburón ballena, especie a la que es posible acercarse buceando, y está rodeada del inmenso sistema de arrecife marino Mesoamericano, el segundo más grande del mundo después de la Gran Barrera de Arrecifes de Australia, lo que cada año atrae a muchos turistas nacionales y extranjeros.

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