Con o sin testamento

¿Cuáles son las diferencias principales entre recibir un legado y una herencia?

En la repartición de los bienes es obligatorio respetar en todos los casos la legítima que corresponde a los herederos forzosos. Un legado que perjudique esta proporción del conjunto será invalidado.

Herencia.
Herencia.
Imagen de Racool_studio en Freepik.

La transmisión de los bienes de una persona fallecida es un proceso cuya regulación legal conlleva un número de matices y variaciones que pueden sorprender a los involucrados. La distinción entre los beneficiarios de una herencia y un legado es uno de los aspectos que puede confundir a primera vista a los interesados, por lo que vale la pena examinar de cerca las particularidades que separan estas herramientas.

Uno de los detalles más importantes a señalar antes de indicar las diferencias entre estas dos modalidades es que ambas están sujetas a tributar por el Impuesto de Sucesiones, cuya cuantía depende de las regulaciones específicas de cada comunidad autónoma, incluyendo las diferentes deducciones que pueden aplicar los interesados.

También es importante destacar que en la repartición de los bienes debe respetar en todos los casos la legítima. Para ello no se toman en cuenta propiedades o cantidades de dinero específicas, sino el valor calculado del conjunto, que debe reservar un tercio para los herederos forzosos. En este sentido, un legado que perjudique esta proporción será invalidado y su valor se incorporará al cálculo de la herencia.

¿En qué se diferencian los herederos de los legatarios?

Para la mayoría de los beneficiarios de los bienes del causante, la primera diferencia más llamativa entre las susodichas modalidades refiere a cómo tienen que responder frente a las deudas del difunto: los herederos están obligados al pago de las deudas que haya dejado la persona que los menciona en el testamento, mientras que los legatarios no tienen que responder por estas. Además, los herederos pueden aceptar o repudiar la herencia (incluyendo las deudas), mientras que no existe esta necesidad en caso de los legatarios.

Otra distinción pesa sobre estos dos procesos que apunta a la manera en que se pueden nombrar los beneficiarios de las posesiones del causante. Un heredero se puede indicar en el testamento de tal manera que pueda quedarse con bienes específicos, pero también puede tratarse de un heredero forzoso, como lo serían los descendientes y ascendientes del fallecido, así que no suele haber demasiados casos en los que no haya herederos, en cuyo caso el Estado se vuelve el único beneficiario. Por otro lado, un legado se trata de un acto voluntario del causante que no es necesario para llevar a cabo la transmisión.

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