Entrevista

"El miedo a la IA no debe distraernos de los riesgos de los sesgos y la privacidad"

Jordi Torres, uno de los mayores expertos en inteligencia artificial de España, explica en exclusiva a ‘La Información’ su visión a medio y largo plazo de la adopción necesaria de esta tecnología.

"El miedo a la IA no debe distraernos de los riesgos de los sesgos y la privacidad"
"El miedo a la IA no debe distraernos de los riesgos de los sesgos y la privacidad"
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Ya no es ciencia-ficción. La inteligencia artificial es parte de nuestro día a día, incluso en el trabajo. Las empresas son conscientes de su potencial, pero quizás persista un miedo irracional que bebe de la narrativa distópica de la segunda mitad del siglo XX. Pero aún nos encontramos lejos de un escenario apocalíptico como el de 'Terminator' o 'Matrix'. De hecho, los expertos ni siquiera saben cómo lograr que la IA iguale el razonamiento humano. Por eso es tan importante contar con voces autorizadas capaces de explicarle a un humano qué es la IA… y por qué los mitos no deben eclipsar el potencial que nos ofrece hoy en día.

Jordi Torres, uno de los mayores expertos en inteligencia artificial del país, catedrático de la UPC e investigador del BSC (Barcelona Supercomputing Center), explica en exclusiva a 'La Información' su visión a medio y largo plazo de la adopción necesaria de esta tecnología. Un discurso que ha condensado en su libro 'La inteligencia artificial explicada a los humanos' y con el que pretende acercarnos al fascinante y temido mundo de los algoritmos capaces de realizar operaciones de cálculo millones de veces más rápido que el hombre. En este punto, ¿cuáles son los mayores desafíos éticos que plantea la IA?

Torres considera que debemos ver a la IA como parte de la solución, en vez del problema, ya que "es una potente herramienta para encontrar soluciones a los grandes retos a los que nos enfrentamos actualmente la humanidad. Pero a su vez presenta importantes riesgos debido a que las IA son propensas a errores, y pueden tener un uso malicioso, además del impacto sobre la productividad, el mercado de trabajo o la desigualdad social. Por ello, urge establecer un marco regulador consensuado que vele por el desarrollo y uso de la IA, en el más amplio sentido del término: leyes, reglas, protocolos de actuación, autorregulación, o sensibilización ciudadana, entre otras".

Desterrar falsos mitos de la Inteligencia Artificial

Un enfoque prudencial que, sin embargo, no debe alimentar ciertos mitos. "Existe una creencia extendida acerca de la 'singularidad tecnológica' -momento en que una superinteligencia sobrepasará la inteligencia humana-, que se encuentra a la vuelta de la esquina, amenazando la existencia humana. Pero este mito ignora las limitaciones prácticas y teóricas actuales en la investigación de IA, puesto que aún estamos muy lejos de desarrollar una IA que pueda igualar la comprensión humanas, ya que las IA actuales carecen de verdadera comprensión y los científicos no sabemos cómo avanzar hacia ella. Además, la preocupación excesiva por una hipotética superinteligencia puede distraernos de los problemas más inmediatos y tangibles que enfrentamos con la IA actual, como los sesgos algorítmicos, la privacidad de datos y el uso indebido de la tecnología", apunta Torres.

Mirando hacia el futuro, Torres considera que "hay muchas áreas que son particularmente prometedoras y que tienen el potencial de cambiar nuestra vida cotidiana de maneras muy significativas, aunque es importante abordar estos desarrollos con una consideración cuidadosa de los impactos éticos, sociales y económicos, entre otras cosas. Por ejemplo, la IA puede ayudar a abordar desafíos ambientales, como la predicción y mitigación del cambio climático. O usando la IA en la medicina personalizada, se pueden conseguir diagnósticos más rápidos y precisos, así como terapias personalizadas basadas en la genética individual de cada uno de nosotros. Quizás lo que más ahora mismo preocupa a las personas es que la IA está ya transformando sus puestos de trabajo actuales, incluyendo también las tareas cognitivas hoy relativamente bien remuneradas. Sin duda, la IA cambiará nuestras vidas en todos los aspectos".

En este sentido, Torres cree que "es esencial contar con la comprensión de los fundamentos de la IA en el equipo de dirección para identificar qué problemas o procesos pueden beneficiarse realmente de la IA, y seleccionar las soluciones actuales de IA que mejor se adapten a las necesidades específicas de la empresa. Además, estos conocimientos especializados son vitales para anticipar y gestionar eficazmente los importantes cambios en los procesos organizativos que conlleva la integración de la IA, además de las implicaciones éticas y jurídicas de su implantación. Pero también es igual de importante que todos los miembros de la organización tengan un entendimiento básico de la IA y su impacto para conseguir un enfoque coherente hacia la adopción y el uso de la IA que se promueva en la organización, siendo estos empujados a ser formados o quedar fuera de juego".

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