Al 0,35%

Australia sube tipos por primera vez desde 2010 para combatir la inflación

El banco central cita la tensión para contratar en el mercado laboral y el alza de salarios como factores que están alimentando la inflación hasta niveles que rondan el 6% para este año.

La Reserva Federal de Australia eleva los tipos al 0,35%.
La Reserva Federal de Australia eleva los tipos al 0,35%.
L. I. / RBA.au/ Archivo

Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y ahora Australia. El último de los cuatro bancos centrales del antiguo imperio británico ha movido ficha con el precio del dinero. El Banco de la Reserva de Australia (RBA) ha acordado subir la tasa de referencia de los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 0,35%, en lo que supone la primera subida del precio del dinero en el país desde noviembre de 2010.

"La Junta consideró que ahora era el momento adecuado para comenzar a retirar parte del apoyo monetario extraordinario que se brindó para ayudar a la economía australiana durante la pandemia. La economía ha demostrado ser resistente y la inflación se ha recuperado más rápidamente y a un nivel más alto de lo esperado. También hay evidencia de que el crecimiento de los salarios está repuntando. Dado esto, y el nivel muy bajo de las tasas de interés, es apropiado iniciar el proceso de normalización de las condiciones monetarias", señala el banco central en su comunicado.

El banquero central de Australia explicó que la institución consideró que "ahora era el momento adecuado" para comenzar a retirar parte del apoyo monetario extraordinario que se brindó para ayudar a la economía australiana durante la pandemia, ya que la economía ha demostrado ser resistente y la inflación aumenta a un nivel más alto de lo esperado, con evidencias de que el crecimiento de los salarios está repuntando. 

"La resiliencia de la economía australiana es particularmente evidente en el mercado laboral, con la tasa de desempleo cayendo en los últimos meses al 4 por ciento y la participación de la fuerza laboral aumentando a un nivel récord", añade el RBA. El pronóstico central es que el PIB australiano crezca un 4,25 por ciento en 2022 y un 2 por ciento en 2023.

"Las perspectivas de crecimiento económico en Australia también siguen siendo positivas, aunque persisten las incertidumbres sobre la economía mundial derivadas de: las continuas interrupciones de COVID-19, especialmente en China; la guerra en Ucrania; y la disminución del poder adquisitivo de los consumidores debido a una mayor inflación", apunta. 

En este sentido, la inflación en Australia ha repuntado significativamente y más de lo esperado, aunque sigue siendo más baja que en la mayoría de las demás economías avanzadas. En el primer trimestre, la inflación fue del 5,1% y, en términos subyacentes, fue del 3,7%.

"El principal impulsor del aumento de la inflación ha sido la evolución mundial, con una serie de importantes perturbaciones de la oferta mundial que han hecho subir los precios", expone Philip Lowe, gobernador del RBA. "Pero los resultados de mayor inflación también tienen un componente interno. Hay una serie de áreas en las que la fuerte demanda ejerce presión sobre la capacidad disponible, y muchas empresas informan que tienen dificultades para contratar trabajadores con las habilidades adecuadas".

Sin embargo, a medida que se resuelvan las interrupciones del lado de la oferta, se espera que la inflación disminuya hacia el rango objetivo del 2% al 3%. De este modo, el pronóstico central de la institución para 2022 es una inflación de alrededor del 6% y una inflación subyacente de alrededor del 4,75%; para mediados de 2024, se pronostica que la inflación general y subyacente se habrán moderado a alrededor del 3%. 

"En un mercado laboral ajustado, algunas empresas están pagando salarios más altos para atraer y retener personal. Esto es especialmente así dado que la inflación es alta y los trabajadores están experimentando presiones por el costo de vida. Ante esta evidencia sobre la inflación y los salarios y el nivel muy bajo de las tasas de interés, la Junta decidió que ahora era el momento adecuado para iniciar el proceso de normalización de las tasas de interés", concluye Lowe.

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