Valencia, 15 nov.- El director adjunto de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), Antonio Romero, ha abogado hoy por la estabilidad dentro del "tsunami regulatorio" europeo, para calmar a los mercados y para que las entidades financieras "se asienten" y empiece a fluir el crédito de forma más adecuada.
Romero se ha pronunciado así en la conferencia de clausura de la tercera jornada sobre el sector bancario español, organizada por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), en la que ha hablado de la reforma del sistema financiero, el nuevo marco de regulación y la supervisión.
El director adjunto de la CECA ha afirmado que las entidades no pueden vivir "en esta tensión, en esta provisionalidad regulatoria permanente" porque no es conveniente, ha dicho, que "cada seis meses nos estén cambiando los requerimientos de capital".
La intención de estas iniciativas europeas, en su opinión, es que el negocio bancario "vuelva a ser aburrido", es decir, que recupere su principal papel de intermediario financiero.
Las novedades normativas en el contexto europeo suponen, además, costes nuevos para las entidades financieras porque, ha asegurado, conllevan la formación de plantillas y la adecuación de la informatización, y suponen además una estandarización de los productos, por lo que dificulta las estrategias de diferenciación de las distintas entidades.
Romero ha afirmado no ver "con buenos ojos" las propuestas de impuestos a las transacciones financieras porque lo único en lo que repercuten es en los clientes vía precios, y además requieren unanimidad en la Unión Europea, algo que no ve fácil.
Se ha mostrado partidario de unificar la metodología y el perímetro de aplicación en cuestiones como los test de estrés de la banca, ya que todas las cajas de ahorro españolas se han sometido a estas pruebas mientras que en Alemania no ha habido ninguna.
Respecto a la supervisión financiera, ha señalado que hay que repensar el sistema de reparto de competencias ante el "lío tremebundo" actual, por las competencias del Banco de España y de las Comunidades Autónomas.
"Tiene que ser el Banco de España, por ser el que participa en los organismos europeos de toma de decisiones", ha aseverado.
Romero ha rechazado los comentarios realizados en la jornada sobre el ritmo "lento" en la reestructuración del sistema bancario porque se ha hecho un "esfuerzo de eficiencia", ya que en un año y medio, desde el primer proceso de integración, el número de entidades se ha reducido de 45 a 15.
Ha argumentado que en los últimos años cada día se han cerrado dos oficinas, y en julio de este año tres cajas, que representan el 50 % del sector, salieron a bolsa.
Para Romero, no existe una relación directa entre el modelo bancario y la eficiencia, a pesar de que las cajas de ahorro estuvieron "en el ojo del huracán" a finales del año pasado, cuando se les atribuyeron "todos los males del sistema financiero y de la economía española".
Ha habido fallos, ha reconocido, pero el modelo de negocio de las cajas está orientado al cliente minorista, al compromiso con el desarrollo local y a la lucha contra la exclusión financiera, elementos que "no tienen por qué perderse" en el proceso de reestructuración.
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