EEUU envía sus bombarderos B-1B a la península coreana

Ojo por ojo, diente por diente. EEUU ha respondido a la amenaza nuclear lanzada el pasado viernes por Pyonyang con el despliegue de dos bombardeos de la Fuerza Aérea de EEUU. Según han informado las fuerzas de EEUU en Corea del Sur (USFK), dos bombarderos estratégicos B-1B Lancer, flanqueados por aviones de combate F-15K surcoreanos y F-16 estadounidenses, realizaron un vuelo a baja altura cerca de la base de Osan, a unos 50 kilómetros al sur de Seúl.

Estos aviones B-1B están estacionados habitualmente en la base militar de Guam, en el Pacífico, pero ahora están más cerca de Corea del Norte, por si fuera necesario responder a las amenazas de Kim Jong Un.

Los aviones B-1B pueden recorrer hasta 2.000 km de distancia sin repostar, y transportar hasta 56 toneladas de bombas guiadas con precisión de ataque. Con la presencia de este bombardero en Corea del Sur, las autoridades militares surcoreanas y estadounidenses buscan presionar a Corea del Norte, al tiempo que muestran su voluntad de castigar al régimen norcoreano.

El despliegue de estos aviones militares son una prueba de la seriedad con la Corea del Sur y su aliado EEUU se toman, ahora si, en serio la amenaza nuclear de Kim Jong Un. El ensayo atómico, del pasado viernes,  provocó un terremoto de 5,3 grados y generó una fuerte condena en la comunidad internacional.

Asimismo, el Ejército estadounidense planea llevar a la península coreana algunas de sus armas estratégicas, como el portaaviones de propulsión nuclear Ronald Reagan, cuya llegada está prevista para el próximo mes.

Posiblemente, el Consejo de Seguridad la ONU imponga nuevas sanciones al régimen de Kim, que ya sufre una fuerte restricción en sus actividades comerciales por una resolución aprobada en marzo.