Después de 45 años, el FBI tira la toalla en el secuestro aéreo de D.B. Cooper

  • El 24 de noviembre de 1971 un pasajero, que se identificó como Dan Cooper, llamó a una de las azafatas y le entregó una nota.

    Amenazó con tener una bomba, exigió 200.000 dólares, cuatro paracaídas y volar a México D.F. a baja velocidad y 10.000 pies de altura.

Retratos artísticos realizados por el FBI del secuestrador DB Cooper
Retratos artísticos realizados por el FBI del secuestrador DB Cooper
M.G.

El FBI estadounidense se ha dado por vencido en la búsqueda del misterioso D.B. Cooper, el secuestrador de un avión en 1971, que se convirtió en leyenda del mundo criminal por un golpe considerado maestro.

Todo comenzó a bordo de un vuelo de la compañía Northwest Orient Airlines (NWA, absorbida por Delta) que partía de Portland. De repente el avión aterrizó en Seattle, la víspera de Acción de Gracias, el 24 de noviembre de 1971.

Un pasajero, que se identificó como Dan Cooper, llamó a una de las azafatas y le entregó una nota en la que decía lo siguiente: “Miss, I have a bomb and would like you to sit by me.”

Después mostró a la asustada joven lo que parecía un artefacto explosivo en el interior de su maletín. Sus exigencias fueron claras: 200.000 dólares y cuatro paracaídas, además de aterrizar en Seattle y poner rumbo a México a una velocidad y altura determinada.  

Al llegar a Seattle el secuestrador, en una maniobra inesperada, dejó bajar de la aeronave Boeing 727 a los otros 36 pasajeros y a dos auxiliares de vuelo. A cambio, los 200.000 dólares que había exigido junto a cuatro paracaídas subieron al aparato, y partieron de nuevo rumbo a México D.F. volando a velocidad lenta a 10.000 pies  de altura.“Miss, I have a bomb and would like you to sit by me.”

En qué momento saltó del avión, si logró sobrevivir y si llegó a disfrutar del botín son preguntas que quedarán sin responder, después de que la agencia federal haya decidido dar carpetazo al caso que ocupó cientos de portadas en la época.

Por desconocer, se ignora hasta su nombre real ya que en aquella época era más sencillo dar un nombre inventado a las autoridades a la horas de comprar un billete de avión.

Los 20 dólares que pagó para adquirir el pasaje, los 6.000 dólares que se encontraron en el supuesto punto de su aterrizaje en paracaídas y el retrato realizado del mismo, con sus gafas de sol y traje de negocios, es lo único que se conserva del habilidoso ladrón.

El FBI consideró que en algún lugar sobre suroeste del estado de Washington, abrió la escalerilla de salida trasera del avión y se lanzó en paracaídas en una noche lluviosa con su dinero en efectivo.

Durante décadas, el FBI recogió informes de supuestos avistamientos de DB Cooper o acerca de personas que decían ser el famoso ladrón. Ninguna pista tuvo éxito.

Muchos opinaban que había muerto en el salto, pero su cadáver no se halló nunca, aunque sí que se recuperaron cerca de 6.000 dólares del rescate - controlados por las autoridades por sus números de serie - gracias a un niño que los desenterró en una playa del río Columbia.

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