Argelia afirma que dos de los secuestradores eran canadienses

    • Las fuerzas especiales argelinas han encontrado los cadáveres de los terroristas en el interior de la planta de procesamiento de gas.
    • La incertidumbre sobre los rehenes muertos se despejará esta tarde en la primera comparecencia pública del primer ministro argelino desde que estallara la crisis.

Reuters/EP

Dos de los secuestradores encontrados muertos en el interior de las instalaciones de gas de In Amenas tras la intervención del Ejército argelino eran canadienses, según una fuente de seguridad local.

Las fuerzas especiales argelinas han encontrado los cadáveres en el interior de la planta de procesamiento de gas de Tiguentourine, que gestionan de forma conjunta Sonatrach, BP y Statoil tras el asalto final de este sábado.

Una fuente oficial argelina ya había apuntado que entre los secuestradores, que formaban parte del grupo que lidera Mojtar Belmojtar, había árabes, africanos y también personas de fuera de África.

El viernes pasado, la agencia mauritana ANI había informado, citando a una fuente de 'Firmantes de sangre', como se hacen llamar los combatientes de Belmojtar, que los secuestradores procedían de Argelia, Canadá, Malí, Egipto, Níger y Mauritania.

Incertidumbre ante el número de rehenes muertos

El primer ministro argelino, Abdelmalek Selal, comparecerá hoy por primera vez ante los medios desde el estallido de la crisis de los rehenes el pasado miércoles 15 de enero, para explicar el asalto y la operación de rescate cuyo balance provisional es de 23 cautivos y 32 terroristas muertos.

La rueda de prensa del ministro -convocada para las 13.00 horas GMT- se celebrará en medio de la incertidumbre sobre el número total de víctimas y sus nacionalidades, que aún no han sido reveladas oficialmente.

En la operación de rescate lanzada por las fuerzas especiales del Ejército, que comenzó el jueves y terminó el sábado fueron liberados 792 trabajadores, 107 de ellos extranjeros.

Se habla hasta de 57 rehenes muertos

La cifra de muertos en una toma de rehenes de cuatro días en una planta de gas argelina se puede elevar a casi 60, ya que se ha comunicado la muerte de al menos nueve ciudadanos japoneses en el ataque reivindicado por un veterano combatiente islamista en nombre de Al Qaeda.

El primer ministro argelino, Abdelmalek Sellal, se espera que ofrezca detalles en una conferencia de prensa el lunes sobre una de las peores crisis de rehenes internacionales en las últimas décadas, que causó la muerte o desaparición de trabajadores estadounidenses, británicos, franceses, japoneses, noruegos y rumanos.

Una fuente de seguridad dijo el domingo que las tropas argelinas habían encontrado los cadáveres de 25 rehenes, elevando -según Reuters- el número total de rehenes muertos a 48 y el número total de fallecidos al menos a 80. Dijo que seis milicianos fueron capturados con vida y que las tropas siguen buscando a otros.

Ese número aumentó adicionalmente el lunes, cuando una fuente del Gobierno japonés dijo que el Gobierno argelino informó a Tokio de que nueve japoneses habían muerto, la mayor cantidad de ciudadanos de un país hasta el momento entre los extranjeros en la planta.

El veterano combatiente islamista Mokhtar Belmokhtar se atribuyó la responsabilidad del ataque en nombre de Al Qaeda.

"Nosotros, en Al Qaeda, anunciamos esta bendita operación", dijo Belmokhtar en un vídeo, de acuerdo con Sahara Media, un sitio web regional. Dijo que unos 40 atacantes participaron en la operación, más o menos coincidiendo con las cifras del Gobierno de combatientes muertos y capturados.

Los combatientes atacaron la base el miércoles, capturando una planta que produce el 10 por ciento de las exportaciones de gas natural de Argelia y las barracas residenciales cercanas.

Ellos exigieron el fin de los ataques aéreos franceses contra los combatientes islamistas en el vecino Mali que habían comenzado cinco días antes.

Sin embargo, responsables estadounidenses y europeos dudan que un ataque complejo se pudiera haber organizado lo suficientemente rápido como para haber sido concebido como una respuesta directa a la intervención militar francesa.

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