Arrancan las votaciones presidenciales en Holanda con la puerta abierta al pacto

  • En un debate televisado que ha puesto fin a la campaña, el líder laborista Diederik Samsom reconoció que su partido "no puede dar garantías" a los electores porque somos un país de coaliciones donde se deben cerrar compromisos".

Los holandeses parecen evitar a los euroescépticos en las urnas
Los holandeses parecen evitar a los euroescépticos en las urnas
EFE

Los dos principales candidatos de los partidos que se disputan la victoria de las elecciones este miércoles en Holanda, liberales y laboristas, dejaron este martes una vía abierta para sellar un posible pacto postelectoral, recordando que Holanda es "un país de coaliciones". Los colegios electorales ya abren sus puertas.

En un debate televisado que ha puesto fin a la campaña, el líder laborista Diederik Samsom reconoció que su partido "no puede dar garantías" a los electores porque somos un país de coaliciones donde se deben cerrar compromisos".

El candidato liberal Mark Rutte también reconoció que "no se pueden dar garantías en un país de coaliciones", pero aclaró que siempre bajo la condición de que esos compromisos "saquen a este fantástico país de la crisis económica".

Con estas declaraciones, los dos principales oponentes de estas elecciones recuperaron una de las características claves de la política holandesa, donde tradicionalmente se han hecho alianzas postelectorales difíciles de explicar en otros países europeos.

Los dos partidos de centro que podrían completar la coalición con los grandes, los liberales de centro y los democristianos, también se mostraron dispuestos a equilibrar la balanza entre los laboristas y los liberales a la hora de formar un pacto gubernamental.

Sin embargo, Sybrand Buma, el líder del CDA, que ha gobernado en minoría durante los dos últimos años con los liberales, aclaró que para entrar en el Ejecutivo "el electorado nos tiene que dar su confianza".

Expertos políticos han puesto en duda la predisposición de los democristianos a volver a formar parte de una coalición de Gobierno si se confirma en estos comicios su declive político.

Recordando los grandes temas de la campaña, Europa y la crisis económica, el debate de clausura de la campaña ha estado orientado a aclarar la opinión de voto de un alto porcentaje de indecisos en el electorado, algunos de los cuales han podido hacer preguntas a los cabeza de lista de los once principales partidos.

Las encuestas difieren a la hora de estimar el porcentaje de indecisos: según el último sondeo de la firma demoscópica Maurice de Hond, es un 27% de los votantes, mientras que un barómetro electoral encargado por la televisión pública NOS, eleva la cifra a un 40%.

El candidato laborista Rutte decidió atraer a los votantes de su lado pidiendo en varias ocasiones que le permitan "continuar con la labor de estos dos años", en la que su Gobierno ha aplicado unos recortes presupuestarios de un total de 30.000 millones de euros.

"Tenemos que mantener a los países del Sur de Europa en la zona euro, pero manteniéndole las exigencias, por lo que no soy partidario de un tercer rescate a Grecia", recordó Rutte, esbozando también su postura en Bruselas.

Por su parte, el candidato laborista siguió usando la estrategia de político sincero y realista que le ha hecho subir en los sondeos, que al principio de la campaña daban como favoritos a los euroescépticos socialistas radicales.

La jornada electoral se pronostica como un mano a mano ajustado entre Rutte y Samsom, atribuyéndole la mayoría de los sondeos el mismo número de votos (entre 31 y 35).

También se espera que el líder antimusulmán Wilders mantenga un número de escaños considerable en el Parlamento de 150 escaños, aunque los sondeos estiman que rebajará entre uno y dos asientos respecto a los 20 actuales.

Los antiguos socios liberales y democristianos en el Gobierno de Wilders le echaron en cara su retirada de confianza al final de una negociación para aprobar un paquete adicional de recortes, lo que finalmente provocó la caída del Ejecutivo el pasado mes de abril.

"Usted huyó porque puso el interés de su partido por encima del interés nacional", le acusó el líder democristiano Buma.

"Usted huyó primero del VVD, luego de las negociaciones y esperemos que podamos acabar este debate", atacó el liberal Rutte, que sin embargo afirmó que no descarta ningún partido como posible aliado si gana las elecciones.

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