Así capta el Estado Islámico en Internet... y así responden los servicios de inteligencia

    • Los yihadistas controlan las redes sociales en busca de potenciales yihadistas. Una vez que detectan a alguien le van trasfierendo a foros cada vez más radicales hasta que, cuando ven que está comprometido con la yihad, quedan personalmente con él.
    • Fuentes antiterroristas reconocen que para captar a un yihadista para que colabore con ellos es necesario encontrar qué motiva a esa persona. El dinero suele ser clave en estos casos.
El Estado Islámico ya tiene problemas financieros por la pérdida de territorios
El Estado Islámico ya tiene problemas financieros por la pérdida de territorios

No hay un arma más poderosa para el Estado Islámico que Internet. Cada día cientos de jóvenes, desengañados con la sociedad y frustrados con Occidente, navegan horas y horas al día en páginas salafistas. Cada día, muchos de ellos están más cerca de dejarlo todo y unirse a la organización terrorista y dejar a su paso miles de muertos.

El sistema que los yihadistas tienen montado en Internet es complejo, dotado de una gran infraestructura y oculto bajo unos niveles de encriptación difíciles de descifrar para quienes no tengan las llaves de ese mundo de delincuencia.

Normalmente, explican fuentes antiterroristas a lainformacion.com, todo empieza en las redes sociales. Palabras clave, comentarios hechos por un amigo de un amigo... todo vale para que los yihadistas puedan detectar a alguien susceptible de ser radicalizado. "Si un joven musulmán de un entorno en el que ya ha habido algún reclutado comienza a hacer comentarios negativos sobre Occidente, comparte algún vídeo o fotografía yihadista, justifica, aunque sea indirectamente algún atentado... estará en el punto de mira de los reclutadores. Si ven que esos comentarios siguén, se pondrán invariablemente en contacto con él", desvelan.Varios niveles de foros, cada cual más radical

Ese primer contacto nunca es muy agresivo. Al contrario, muestran su simpatía hacia los comentarios y recomiendan algún foro de contenido radical, aunque no al nivel de los que pueden encontrar en las últimas fases del proceso.

Poco a poco, y según el interesado vaya respondiendo, se le van derivando a webs con imágenes, consignas y textos cada vez más radicales. "Por ejemplo, Maya Amaya, un yihadista detenido en España, tenía unas quince páginas web donde se dedicaba a captar, financiar y facilitar el movimiento a las zonas de conflicto", comentan estas fuentes.

"Tenía distintas páginas en las que él iba dando instrucciones, hablando de Alá, de la yihad… Iba viendo qué chavales, por sus comentarios, tenían un mayor grado de compromiso. A estos, los pasaba a otra página más reservada donde se hablaban de otras cosas más arriesgadas, en las que se justificaba la violencia... hasta llegar al último nivel", mantienen.Cuando llega el momento, quedan en persona

Cuando el grado de radicalización es alto, el jefe de la célula de captación suele presentarse personalmente a los usuarios. "Es un proceso que puede durar meses. En el caso de Amaya, él personalmente buscaba una entrevista con los chavales para lograr un compromiso mayor. Gracias a ir viendo los perfiles de la gente que se iba moviendo en esos ambientes en las redes sociales, consiguió mandar gente a combatir en Siria", explican.

Una vez superado el proceso en Internet, comienzan las entrevistas en fincas, pisos o mezquitas, en las que se termina de convencer a estos jóvenes de que su destino es morir por Alá, si es matando a occidentales por el camino, mejor.¿Cómo saber si alguien radicalizado supone una amenaza?

Los servicios de información españoles, a su vez, controlan este tipo de páginas, pero no es tarea sencilla ya que, conscientes de esta vigilancia, los yihadistas utilizan cada vez sistemas de encriptación más complicados y foros más ocultos.

Además, deben detectar cuándo un individuo está verdaderamente radicalizado. "Hay gente que hace comentarios brutales en la red y eso no quiere decir que tengan decidido pasar a la acción. Es muy difícil definir cómo se detecta. Se detecta en las comunicaciones, en el número de veces que comunica al día… Una cosa es que una persona acceda a un foro media hora diaria, y otra cosa es que esté diez horas en el mismo foro hablando constantemente. Por ejemplo, una cosa es que acceda a un foro, y otra cosa es que acceda a 14 foros, a cuál con mensajes más contundentes o fuertes", sostienen estas fuentes antiterroristas.

Pero además, el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado es doble. No solo basta con actuar sobre aquellos individuos que están dispuestos a atentar. También hay que meterse en la piel de los terroristas para saber cuáles serán sus planes y cómo van a proceder.

"Es absurdo pensar que, en estos entornos radicalizados, no tenemos a gente captada, que no es lo mismo que infiltrada. Siempre es muchísimo más difícil la infiltración que la captación", desvelan, aunque sin precisar, por motivos lógicos de seguridad, el número, la ubicación o las funciones de estos captados.El dinero, una motivación suficiente para traicionar al 'EI'

"La infiltración es muy difícil porque tú no te presentas allí y dices 'oiga, que yo quiero ser terrorista'. Ambos son procesos muy complicados, que son lentos, con gente que ya se mueve en los entornos. Existe una auténtica metodología de captación de personas. Una motivación muy grande de la gente es el dinero ya que cuando tiene una necesidad acepta colaborar", dicen, aunque reconocen que 'comprar' a alguien "es negativo porque luego hay que intentar convertir esa captación en positiva para que no sientan que están traicionando a su causa".

Sin embargo, no todo se reduce a dinero, sino que "hay que buscar la motivación de cada persona". "Motivadores pasionales, como el amor, el resentimiento, personas que en su empresa, en su estructura o grupo se sienten rechazados también son muy potentes", cuentan.

También, reconocen, se puede provocar esta motivación. Y ponen un ejemplo: "Una persona está intentando sacar sus negocios adelante y tiene un potencial que interesa a un servicio de informacion. Lo que puede hacer este servicio es arruinarle completamente sin que se entere. Entonces se lo arreglan todo a cambio de colaboración".

Lo importante ya no es captar solo a una persona, asegura, sino que esa "gente captada, a su vez, capte gente. Los segundos no saben que detrás de ese amigo suyo, árabe o marroquí, está servicio de inteligencia. Se trata de crear células, en definitiva, cuyos miembros desconozcan que están vinculados a un servicio de información de un Estado", concluyen.

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