Así es el "ratón gris" Van Rompuy

  • Apenas se había oído hablar del belga Herman Van Rompuy hasta que fue designado como primer presidente permanente de la Unión Europea. En lo que va de año, ya ha visitado dos veces España para coordinar la agenda de la UE con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente de turno y probablement sea uno de los principales protagonistas de este año en la esfera política. ¿Pero quién es Van Rompuy realmente?
Herman Van Rompuy, presidente permanente de la Unión Europea
Herman Van Rompuy, presidente permanente de la Unión Europea
Ints Kalnins | Reuters
Teri Schultz | GlobalPost para lainformacion.com

(Bruselas, Bélgica). "Herman, Herman, no es inglés, francés ni alemán". Así comienza la versión de una popular canción belga: "Potverdekke! Es genial ser belga", creada por Mister John, un inglés afincado en Bruselas.

¿Pero quién es Herman van Rompuy?

Fue primer ministro de Bélgica y acaba de asumir la presidencia permanente de la Unión Europea. Sus funciones, incluidas en el Tratado de Lisboa, no están del todo definidas. Pero se trata de la primera persona que tendrá el cargo y la responsabilidad de decidir el carácter y el color de la UE, además de presidir las reuniones de jefes de Estado del Consejo Europeo y otorgar una continuidad a la presidencia rotatoria, ahora en manos de Zapatero.

El cargo no incluye suntuosas propiedades, sólo una asignación para vivienda y un avión privado, éste último objeto de debate en algún momento. El presidente no tiene la facultad de contratar ni despedir a nadie y no tendrá más presupuesto que el asignado a oficinas y personal, compuesto por unas 20 personas.

Desde el primer momento quedó claro lo que los líderes de la UE buscaban en el nuevo presidente. El bajo perfil de van Rompuy una de las razones por las que fue seleccionado unánimemente por los 26 miembros del Consejo Europeo. Aunque la falta de ostentación no es necesariamente sinónimo de efectividad, el carisma sí ayuda cuando se trata de lograr consensos. Pero Van Rompuy, probablemente tendrá que apoyarse en otras armas.

A menudo se habla de él como el "ratón gris". El apodo no tiene su origen en el descrédito ni en su apariencia profesional. Fue el propio Van Rompuy, citado en el periódico belga De Morgen, quien explicaba que para llegar a lo más alto de la UE, no se debía "pedir un alto cargo, sino convertirse en un ratón gris y las ofertas llegarían solas".

Es una filosofía que, si bien no es digna de inspiración, le ha funcionado a este ex economista de 62 años. El año pasado, Van Rompuy aceptó ser primer ministro de Bélgica a regañadientes tras repetidas peticiones del rey Alberto para tratar de resolver una importante crisis de gobierno. El diplomático no hizo campaña para llegar a lo más alto de la UE ni modificó su forma de ser para aparecer más presidencial en esta carrera hacia tan importante designación.

En una conferencia de prensa en octubre pasado con José Luis Rodríguez Zapatero y su homólogo húngaro Gordon Bajnai (cuyas presidencias de seis meses están en ambos extremos de la de Bélgica, que comenzará en julio de 2010), Van Rompuy aprovechó la ocasión para hacer publicidad a uno de sus pasatiempos: escribir haiku en su lengua nativa, el holandés.

Explicó que el poema, dedicado al "trío de presidentes", no era traducible. Sin embargo, lo leyó no una sino dos veces para ayudar a los intérpretes presentes: "Tres olas llegan juntas al puerto. El trío ha llegado a su casa".

En su propia página web aparecen más haikus (sólo en holandés), además del "poema de la semana" y "palabras doradas", que incluyen citas de Voltaire y Tip O'Neill. Pero Van Rompuy también ha mostrado otras facetas menos entretenidas. Por ejemplo, en 2004 declaró que Turquía, aceptada oficialmente como candidata a la UE en 1999, "nunca sería parte de Europa". Tras su designación como presidente de la UE, matizó que ésa era su opinión personal y que ahora sería responsable de llevar a cabo el deseo de los estados miembros.

Pero últimamente no ha ayudado a disipar su sentimiento antiturco. El jueves pasado realizó su primer discurso oficial en un encuentro con la Unión Social Cristiana de Alemania, agrupación que ha propuesto que se dejen sin efecto los planes para el futuro ingreso de Turquía. El discurso no mencionaba a Turquía.

Herman van Rompuy también tendrá otros desafíos. El Tratado de Lisboa, que creó la presidencia europea permanente, modifica la forma en que la UE está representada ante Naciones Unidas: el estado miembro que lleve la presidencia rotatoria de seis meses tendría que usar su propio escaño ante la ONU para hablar en nombre de la UE. Como el nuevo presidente asume la "identidad" de la UE ante Naciones Unidas, esto deja al bloque europeo con el estatus de observador. Eso significa, según explica Laatikainen, que la "UE sólo puede hablar después que lo han hecho todos los países miembros de la ONU y no le permite votar, ni el derecho de iniciativa, entre otras cosas. Este papel secundario parece incompatible con la nueva –y unificada- política exterior de la UE".

De modo que si bien Van Rompuy tiene un estatus diplomático que lo ubica al lado de Barack Obama o Dimitri Medvédev, él –y en consecuencia la UE- no tiene un estatus oficial, escaño ni voto en Naciones Unidas, ni tampoco en la mayoría de organizaciones internacionales. Si van Rompuy tuviera la seguridad que los 27 estados miembors de la UE votarían en bloque en esos organismos, entonces él sería una potencia a tener en cuenta. Pero, como destaca Laatikainen, no la tiene: "Los estados miembros de la UE –en virtud de su condición legal como miembros soberanos ante la ONU- pueden no estar de acuerdo con la coordinación de la UE".

* (Nota: Este artículo ha sido editado por la redacción de lainformacion.com para adaptarlo al público español).

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