Brasil se prepara para el "peor escenario terrorista" de su historia en los JJOO de Río

Casi 50.000 policías, 38.000 militares, 70.000 agentes de seguridad privada, cuatro núcleos de las fuerzas armadas distribuidos estratégicamente por la ciudad, un sistema de comunicaciones integrado por 100 mil puertos LAN, 150 firewalls, y 7 mil puntos de conexión para que lo controlen 200 especialistas del Centro de Defensa Cibernética (CDCiber) del Ejército brasileño, un despliegue tecnológico colosal de cámaras y radares monitoreados por los centros nacionales de Comando y Control integrados en Brasilia y Río de Janeiro, para facilitar el acercamiento entre la policía, el ejército, la aduana y la agencia de inteligencia Abin.... Son algunas de las cifras que conforman el impresionante plan de seguridad que Brasil desplegará en agosto próximo, cuando se celebren en Río de Janeiro los Juegos Olímpicos."El peor de la historia"

A pesar de que ese despliegue preventivo contra el terrorismo será el más grande que tendrá lugar en tierras brasileñas y en Latinomérica, Andreí Rodrigues, jefe de la secretaría de seguridad para los grandes eventos del país sudamericano, acaba de encender una alarma mundial. "Estamos en alerta permanente. Nos preparamos para enfrentar el peor escenario terrorista de nuestra historia", ha afirmado.

El 16 de noviembre pasado, tres días después de los últimos atentados de París, el francés Maxime Hauchard, considerado uno de los verdugos del ISIS en Siria, escribió en Twitter una amenaza explícita: "Brasil, eres nuestro próximo blanco". Las autoridades brasileñas tomaron apunte de esa escalofriante advertencia, y ya han comenzado a extremar un plan antiterrorista en las calles, cuando aún faltan seis meses para la celebración de los Juegos.

El plan incrementará la seguridad que ya se llevó a cabo durante el Mundial de Fútbol 2014. La Policía, el Ejército, la Aduana y la agencia de inteligencia Abin estarán en contacto permanente, durante el desarrollo de los eventos deportivos, con los centros de seguridad de las cuatro zonas olímpicas de Río: Barra da Tijuca, Maracaná, Deodoro y Copacabana.

“Desde julio, policías de los servicios de contraespionaje de numerosos países compartirán con sus colegas brasileños informaciones sensibles. Todos los Estados tienen interés en que los Juegos sean un éxito. Podemos pensar que la cooperación será muy fuerte. Las rivalidades nacionales serán dejadas de lado”, ha subrayado Andreí Rodrigues.

Los expertos en seguridad brasileña señalan que, si bien Brasil no participa en los diversos conflictos del Medio Oriente y Sudamérica está en una zona alejada de los problemas geopolíticos actuales, albergará el evento deportivo más visible que existe en el planeta, los Juegos Olímpicos, por lo que requieren de la máxima atención.Doce amenazas potenciales

La cifra de hombres que velarán por la seguridad en Río duplicará la de Londres 2012. Las autoridades brasileñas han identificado 12 amenazas potenciales durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos. Además de la criminalidad urbana endémica del narcotráfico, los robos y las manifestaciones violentas en Río, el terrorismo y "un riesgo concreto" de atentado latente es lo que más desvela al Gobierno brasileño.

Los especialistas en seguridad son conscientes de que los Juegos van a atraer a los ciudadanos de países que son blanco particular de los yihadistas, como los Estados Unidos, Francia, Israel y Rusia.

Cuarenta días antes de la celebración de los Juegos, policías de los servicios de contraespionaje de numerosos países comenzarán a compartir con sus colegas brasileños informaciones sensibles en una base de datos que estará supervisada bajo la órbita de un Centro integrado antiterrorista.

Brasil es, además, miembro del sistema API-PNR, el archivo de control de los desplazamientos aéreos. La policía federal es así informada en tiempo real sobre todos los pasajeros que embarcan hacia Brasil. Este sistema aumentará sus medidas de seguridad preventiva, con un análisis exhaustivo de pasajeros que pueden ser potencialmente peligrosos, en base a sus antecedentes.