Camacho, el "Bolsonaro boliviano" que está detrás de la 'caída' de Evo Morales

Luis Fernando Camacho era un nombre desconocido antes de las elecciones en Bolivia del 20 de octubre. Ahora es el gran protagonista del movimiento que obligó a Evo Morales a dimitir como presidente y que provocó su exilio en México. 

Este empresario ultraconservador de 40 años encabezó las protestas y exigió la dimisión del líder indígena a pesar de que no se presentó para competir por ningún cargo político. Él mismo dice que no hace política pero entró a la sede del Ejecutivo en La Paz antes de la dimisión de Morales y dijo que "la Biblia volverá al Palacio de Gobierno" mientras dejaba ahí una copia del libro sagrado. 

Camacho se define como una persona carismática, proviene de las élites de Bolivia y apela en todo momento al "Todopoderoso" en sus discursos. Ejerce como presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, una organización que sirve como oposición, denominada el "gobierno moral de los cruceños", la ciudad más poblada del país, explica la 'BBC'.

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Camacho irrumpió en la escena boliviana en las concentraciones contra Morales y rápidamente su nombre estaba en la boca de todos cuando elevó las exigencias del principal líder de la oposición, Carlos Mesa, que pedía una repetición electoral mientras que el empresario exigía la dimisión del líder indígena. 

Tal fue su disposición que redactó una carta de renuncia para el ahora expresidente  y anunció que viajaría a La Paz para entregarla él mismo en la casa de gobierno. Tres días después llegó a la ciudad y fue recibido por miles de personas, que le bautizaron con el apodo de "Macho Camacho". 

Desde entonces, su nombre suena para ser el próximo presidente del país y, al igual que otros líderes populistas del continente, Camacho apela a un discurso racista, machista y ultraconservador, por lo que no resulta extraño que ya sea tildado como el 'Bolsonaro boliviano'. Sin embargo, hasta ahora confirma que no se postulará como candidato y que volverá a "sus negocios" una vez la situación del país se normalice.