Campamentos de refugiados sin aseos ni agua limpia en Haití

    • Las pésimas condiciones sanitarias les dejan expuestos al riesgo a contraer cólera y otras enfermedades.
    • AI estima que alrededor de 146.573 personas todavía viven en más de 300 campamentos que no tienen acceso a servicios básicos esenciales.
Más de 200 cooperantes de Cruz Roja Española, 14 de Navarra, han participado en el operativo tras el terremoto de Haiti
Más de 200 cooperantes de Cruz Roja Española, 14 de Navarra, han participado en el operativo tras el terremoto de Haiti
S. P.
S. P.

La vida en los campos de refugiados de Haití no es nada fácil. Cuatro años después de que el devastador terremoto arrasara el país, miles de familias siguen sin hogar y tienen que vivir en campamentos precarios en condiciones deplorables.

Hay que reconocer que la situación ha mejorado bastante y que se ha reducido en su mayor parte el número de desplazados y personas sin hogar, pero todavía queda mucho por hacer. Amnistía Internacional estima que alrededor de 146.573 personas todavía viven en más de 300 campamentos que no tienen acceso a servicios básicos esenciales. La falta de agua limpia, aseos o la eliminación de desechos son algunas de la condiciones que tienen que soportar miles de haitianos.

A esto hay que sumarle las pésimas condiciones sanitarias que les dejan expuestos al riesgo a contraer cólera y otras enfermedades. Además, la situación de estos refugios es muy vulnerable a las inundaciones y otros fenómenos meteorológicos adversos que se dan en la época de huracanes.

Las mujeres y las niñas que residen en estos lugares viven además amenazas por las agresiones sexuales que se cometen en momentos en los que se encuentras solas o cuando tienen que alejarse para hacer sus necesidades por la falta de letrinas.Los realojados no tienen asegurada una vivienda duradera

A pesar de que las cifras oficiales de personas desplazadas internas han ido descendiendo significativamente desde las primeras estimaciones de 1,5 millones en julio de 2010, los que han sido realojados no tienen asegurada una vivienda duradera.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 113.000 familias desplazadas internas han sido reubicadas en refugios temporales, mientras que más de 55.000 se han reubicado a través de subsidios de alquiler.

Este programa ayuda con 500 dólares estadounidenses para alquilar una casa durante un año, además de 250 para invertir en actividades que generen ingresos. Pero esta ayuda se acaba, y el miedo de los haitianos reside en qué será de ellos cuando llegue a su fin.¿Podrán seguir manteniendo su nuevo hogar? ¿Qué ingresos tendrán?

Aunque estas ayudas "han logrado una reducción drástica de desplazados, no han contribuido en absoluto a la solución de la crisis de la vivienda", según aseguraba Javier Zúñiga, asesor especial de Amnistía Internacional. Una encuesta que se realizó en enero de 2013 constataba que un 60% de los beneficiados por esta ayuda cree que no tendrán fondos para la renta una vez haya finalizado el subsidio.Los que viven en campamentos, atemorizados por los desalojos forzosos

Los haitianos que no tienen más remedio que vivir en campos de refugiados viven también atemorizados por los desalojos forzosos que se llevan a cabo cada cierto tiempo. Aunque estos desalojos contribuyen a que se reduzca el número de desplazados internos, es una medida que pone en peligro la vida y los derechos de los afectados, tal y como denuncia Amnistía Internacional.

La OIM destacaba que desde septiembre de 2013, los desalojos forzosos representaron el 11% del total de personas que abandonaron los campamentos. Al mismo tiempo, el 45 % de la población actualmente viviendo en ellos está bajo amenaza de desalojo.

Tras un informe de Amnistía que denunciaba los desalojos de familias en los campamentos, el Gobierno de Haití respondió distanciándose de estas prácticas y prometiendo llevar a cabo investigaciones sobre los desalojos. Pero a día de hoy, la situación es la misma y no hay indicios de que esas investigaciones se estén realizando ni de que se estén tomando medidas para que no ocurra.

Mostrar comentarios