Cantlie aparece de nuevo en Aleppo en otro vídeo propagandístico del Estado Islámico

    • El periodista británico, secuestrado por el EI en 2012, utiliza retórica grandilocuente propia de los grandes documentales, en una producción que, una vez más, sorprende por su calidad y profesionalidad.

    • Al igual que hiciera en Mosul, y en Kobani, ambas bajo control del EI, ofrece un relato benigno de la vida bajo el califato, con un claro fin de mostrar que tienen en marcha una organización como la de un estado, donde la gente vive con "normalidad".

John Cantlie, periodista británico secuestrado en noviembre de 2012 por el Estado Islámico, ha aparecido de nuevo en un vídeo propagandístico del grupo terrorista. Al igual que hiciera hace algunas semanas en Mosul, y en Kobani, ambas bajo control del EI, Cantlie ofrece un relato benigno de la vida bajo el califato, esta vez en la ciudad siria de Aleppo, con un claro fin de mostrar que el EI es más que un grupo terrorista y que tiene en marcha una organización como la de un estado, donde la gente vive con "normalidad".

El vídeo, asegura el periodista, será el último de esta serie. En él asegura cómo antes de la guerra esta ciudad, epicentro bélico desde 2012, vivían más de 2 millones de personas y cómo tiene una gran riqueza histórica.

No sólo se muestran imágenes urbanas; también rurales, para reflejar el vasto territorio "liberado" por los muyahidines, en palabras de un Cantlie que utiliza retórica grandilocuente propia de los grandes documentales. Palabras que, sumadas a la cinematografía del vídeo, que una vez más sorprende por su calidad y profesionalidad, reflejan la comprensión que tienen los terroristas de los medios de comunicación. Una vez más la productora de los radicales es Al Hayat.

De nuevo en la ciudad, y escalando entre las ruinas, afirma que además de los esfuerzos de Asad por combatirles hay aviones de la coalición. En el vídeo se ve a un dron sobrevolando el área. "Pero la vida continúa; a los muyahidín no les importa cuántos ojos haya en el cielo mirando hacia abajo", dice un Cantlie que poco después acude a un mercado en el que dice que ha habido un bombardeo.

Cantlie también muestra cómo los niños estudian, y rebate la afirmación de Occidente de que la educación se verá mermada con el Estado Islámico. El esfuerzo propagandístico llega hasta límites verdaderamente sorprendentes. Cantlie aparece después en un juzgado de la sharia, donde impera esta ley. Legislación que, en opinión de Cantlie, es más simple que la de Occidente, "que cambia para ajustarse a las circunstancias". Y pone el ejemplo de un robo; si hay suficientes testigos, cortan la mano al ladrón como castigo. Una medida que "suena fuerte, pero no vas a cometer el mismo crimen de nuevo y disuadirá a otros de hacer lo mismo", dice un Cantlie con una tranquilidad que resulta escalofriante.

La propia gente que espera ser juzgada no parece intranquila. Parece más bien la sala de espera de un edificio de Occidente, con televisión de pantalla plana y todo.

El británico también entrevista a varios combatientes del Estado Islámico, entre ellos a uno que habla francés y que hace un llamamiento a los musulmanes de Europa para que atenten. En concreto, a "lobos solitarios". También les anima a emigrar a territorios bajo control de los extremistas.

Cantlie, periodista freelance del condado de Surrey, al sureste de Inglaterra, trabajó para varios medios del Reino Unido, entre ellos "The Sunday Telegraph" y "The Sunday Times".

Desde agosto, el grupo terrorista ha decapitado a los rehenes estadounidenses James Foley, Steven Sotloff y Peter Kassig, así como a los británicos David Haines y Alan Henning, y a los japoneses Kenji Goto y Haruna Yukawa.

La semana pasada, los yihadistas publicaron un estremecedor vídeo en el que aparecía cómo quemaban vivo al piloto jordano Muaz Kasasbeh. También emitieron un comunicado en el que decían que la estadounidense Kayla Mueller, secuestrada por ellos, presuntamente había fallecido en Al Raqa por un bombardeo de la coalición.

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