Cargas policiales, vuelos cancelados y más caos en el aeropuerto de Hong Kong

  • Con lanzamiento de pelotas de goma y uso de gas lacrimógeno, los agentes han logrado hacer retroceder a los manifestantes de la terminal.
La policía entra en el aeropuerto para desalojar a los manifestantes. /RT
La policía entra en el aeropuerto para desalojar a los manifestantes. /RT

A las cinco de la tarde hora española (11 de la noche locales), las fuerzas policiales antidisturbios han accedido al aeropuerto de Hong Kong para tratar de desalojar a los manifestantes que habían bloqueado los accesos al aeropuerto, paralizando su actividad un día más.

Con lanzamiento de pelotas de goma y uso de botes de gas lacrimógeno, los agentes han logrado hacer retroceder a las miles de personas que se habían sentado en el suelo de la terminal. 

Se han vivido momentos de tensión, con una mayor violencia de los manifestantes que han plantado cara a los agentes, llegando incluso a arrebatarles la defensa, lo que ha provocado que alguno de ellos tuviera que sacar el arma.

Las autoridades de Hong Kong anunciaron pasadas las 17.00 hora locales (09.00 GMT) que todos los vuelos que quedaban por salir se suspendían, después de que los manifestantes volviesen a ocupar una terminal. Cientos de personas regresaron a protestar al aeropuerto internacional hongkonés, uno de los más concurridos de Asia, tras la caótica jornada de ayer, que había dejado más de 300 vuelos cancelados.

Una llamada de atención

Alrededor de la 13.00 hora local (05.00 GMT), cientos de personas llegaban a la Terminal 1 del aeropuerto para continuar con su protesta, que pretende llamar la atención de los viajeros internacionales sobre la actual crisis política y lo que consideran brutalidad policial a la hora de dispersar las protestas en la ciudad.

Los activistas, muchos vestidos de negro, corearon consignas, cantaron canciones e intentaron entablar conversaciones con los viajeros: algunos, los más frustrados con la situación, les criticaban, pero otros eran más comprensivos.

Así, desplegaron pancartas con mensajes como "Lo siento por las molestias, no tenemos otra opción" y "Se han cargado el ojo derecho de una enfermera", en referencia a que la Policía habría disparado munición no letal a bocajarro hiriendo a una joven en el ojo.

Durante la mañana se han visto enfrentamientos cuando los paramédicos intentaban comunicarse con un hombre al que los manifestantes han retenido durante aproximadamente dos horas, acusándolo de ser un agente de policía encubierto.

Pero la jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam, sigue en sus trece y volvió a defender al cuerpo policial y a criticar a los manifestantes, que, dijo, han llevado a la ciudad a "un camino sin retorno" que podría "hundir a la sociedad en una situación muy preocupante y peligrosa".

Lam defendió la actuación de la Policía que, según ella, está basada en directrices sólidas. "Los policías toman decisiones en momentos puntuales en pro de los intereses de la seguridad de la gente (...). No se puede decir que hayan hecho algo mal", señaló. "Hemos oído muchos discursos de odio contra la Policía... Esto no es beneficioso para Hong Kong", añadió.

Amenazas de Pekín

Mientras los manifestantes continúan bloqueando el aeropuerto, el editor del periódico sensacionalista chino Global Times ha advertido sobre una posible represión militar. Hu Xijin dijo en su cuenta oficial de Twitter que sería mejor si "Hong Kong puede restaurar el orden por sí mismo".

"Si el desarrollo de la situación sugiere que no hay tal esperanza, la intervención de Beijing será inevitable", dijo. "Es una decisión difícil, pero una vez que se convierta en una decisión, será firme". Debajo de su tweet, publicó fotos de vehículos de transporte blindados chinos.

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