Raúl Castro vende las medidas introducidas por su régimen como "un producto autóctono" ajustado a las características de la isla "y sin renunciar lo más mínimo a la construcción del socialismo", pero las medidas distan mucho de trazar una política continuista con los ideales comunistas.
El presidente cubano utilizó la clausura del pleno del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba, el sindicato único de la isla, para defender unas medidas -reducir funcionarios y ampliar el trabajo por cuenta propia-, unas medidas que se antojan cruciales para asegurar la pervivencia económica de la isla.
"Para defender las medidas y explicarlas, la clase obrera tiene que tener conocimientos y estar convencida de su importancia para la subsistencia de la Revolución, de otra manera iremos al precipicio", afirmó Castro que defendió que Cuba no copia a ningún país ni renunciará "lo más mínimo a la construcción del socialismo" en el proceso emprendido para "actualizar" el modelo económico de la isla, según publican los medios oficiales 'Granma' y 'Trabajadores'.
También reclamó exigencia para "desterrar la perniciosa tendencia de algunos de ocultar las fallas" y pidió sacar enseñanzas "de los errores cometidos".
Alerta económica
En el Pleno del CTC también intervino el vicepresidente y ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo, quien ofreció un informe sobre la situación de la economía cubana.
Murillo advirtió sobre la relación "desproporcionada" que existe entre el salario medio y la productividad del trabajo, lo que conlleva que la sociedad "reparte bienes de consumo mas rápido de lo que los crea". Actualmente, señaló el ministro, existe más población ocupada en el sector de los servicios que en el de la producción de bienes, una estructura "que no permite el buen funcionamiento de ninguna economía".
Por eso, los ajustes emprendidos persiguen "suprimir las gratuidades indebidas y los subsidios excesivos", así como "descargar al Estado de actividades que no le corresponden, reducir las plantillas infladas e incrementar la productividad del trabajo". "Todo ello posibilitará realizar las transformaciones necesarias de salarios y pensiones", señaló el ministro.
Importantes reformas
El Gobierno de la isla espera que unos 250.000 cubanos, muchos de ellos procedentes de los despidos en el sector estatal, se incorporen al trabajo por cuenta propia o "autoempleo", una actividad que a finales de 2009 ya ejercían unos 144.000 habitantes de la isla.
Una de las principales novedades de la ampliación del trabajo por cuenta propia en Cuba, que supondrá un aumento del sector privado, es que los particulares podrán contratar mano de obra, lo que dará paso a la creación de pequeñas empresas.
También se ha ideado un régimen tributario especial para el trabajo privado con el que el Estado cubano espera aumentar sus ingresos fiscales en 1.000 millones de dólares en el año 2011, según datos oficiales.
De forma paralela a las reformas, el Gobierno de Raúl Castro ha dispuesto en las últimas semanas subidas en los precios del combustible y en la tarifa eléctrica para los grandes consumidores domésticos.
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