Cinco policias están siendo investigados después de encubrir un crimen. Hay un vídeo donde los policías alteran la escena del crimen para evitar ser culpados de la muerte de un adolescente, difundido por la prensa brasileña, y que provocó la indignación de los habitantes de una favela en Rio de Janeiro.
El secretario de Seguridad del estado de Rio, José Mariano Beltrame, "repudia actos como este" y "determina (que haya) rigor en las investigaciones, con el castigo ejemplar de los responsables", informó el gobierno carioca.
La imagen registrada por habitantes de la comunidad resulta perturbadora: policías armados y con chalecos antibala rodean el cuerpo ensangrentado de un joven tendido en el suelo en un callejón de la favela Morro da Providencia, en el centro de Rio.
Uno de los hombres se aproxima al cuerpo, coloca un arma en la mano del muchacho y sosteniéndole el brazo efectúa dos disparos al aire, según la prensa local, para simular un enfrentamiento.
Testigos relataron al portal de noticias G1 que los policías de la Unidad de Policía Pacificadora (UPP) dispararon a quemarropa contra Eduardo Felipe Santos, de 17 años, que estaba armado pero se había rendido ante los agentes sin disparor un tiro.
"Las imágenes son de una flagrancia chocante, saltan a la vista", dijo a G1 el mayor Ivan Blaz, portavoz de las UPP de Rio de Janeiro.
"Debe tomarse una medida inmediata", añadió Blaz, quien señaló que los policías pueden ser expulsados de la institución.
Algunos habitantes se reunieron frente a la comisaría donde declaraban los policías involucrados y realizaron una protesta al grito de "asesinos", reportó la prensa local.
En Rio de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos de 2016, cada día son asesinadas al menos tres personas.
En agosto pasado, Amnistía Internacional advirtió en un informe que los policías de Rio matan con impunidad y suelen actuar bajo la premisa "disparar primero, preguntar después".
En su estudio, la ONG acusó a la policía de encubrir sistemáticamente los asesinatos, en muchos casos manipulando las evidencias, ya sea moviendo los cadáveres o 'plantando' armas junto a ellos para evitar futuras investigaciones.
Entre los países que no se encuentran en guerra, Brasil es uno de los más violentos del mundo. Más de 50.000 personas fueron asesinadas en 2012, según datos de la ONU, las últimas cifras disponibles.
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