Más creativos e inteligentes, así son las personas a las que les cuesta madrugar

¿A quién no le gusta quedarse en la cama  unos minutos después de que suene el despertador?. Para todos ellos hay buenas noticias. Según un estudio el que te cuesta madrugar es un síntoma de creatividad, inteligencia y de espíritu libre. 

Usted puede ser más inteligente, más creativo e incluso más feliz que aquellos que logran saltar de la cama al primer sonido. 

Los autores Satoshi Kanazawa y Kaja Perina argumentan que estamos mucho mejor adaptados a vivir (y dormir) como lo hicieron nuestros antepasados. ¿Esto qué quiere decir? Que tenemos que acostarnos temprano y madrugar por la mañana. Hacer esto en la vida moderna es de un signo de "inteligencia sobresaliente".  

En términos simples esto significa: Se necesita una persona inteligente para lidiar con el botón de repetición del despertador. Los autores señalan que la evolución no nos ha preparado para un invento así y no estamos preparados. 

Por tanto lo que tenemos que hacer es acostumbrar al cuerpo, aseguran. "Si aprendemos a escuchar las necesidades de nuestro propio cuerpo y no a las rígidas y rápidas reglas de nuestros relojes, es más probable que persigamos nuestras propias pasiones y encontremos nuestras propias soluciones a los problemas."

Esto nos hace más creativos e independientes.