"Dispararon a nuestras piernas y cabezas y luego quemaron a nuestra profesora"

    • Los supervivientes relatan el horror vivido durante el ataque talibán a un escuela. Sus testimonios reflejan la barbarie cometida por los insurgentes que mataron a 132 niños y 9 profesores, a sangre fría.
    • Salman escuchó como un terrorista ordenaba a otro "Hay muchos niños escondidos, vete a por ellos."
Un sangriento asalto a una escuela causa al menos 148 muertos en Pakistán
Un sangriento asalto a una escuela causa al menos 148 muertos en Pakistán

Los 60 niños a los que Waqar Ullah Khattak estaba supervisando apenas habían empezado a trabajar en sus exámenes cuando el sonido de una pistola comenzó a resonar en el colegio, en Peshawar. En la capital de una de las provincias más violentas de Pakistán, Khattak y sus compañeros reconocieron rápidamente el sonido de los rifles de asalto AK-47. "Hemos recibido entrenamiento para responder a ataques. Les pedí a mis alumnos que se escondieras debajo de los pupitres". Waqar Ullah Khattak sobrevivió y puede contar el horror que se vivió en la escuela de Pakistán. 132 alumnos y 9 profesores no tuvieron tanta suerte.

"Tan pronto como nos escondimos debajo de las mesas, dispararon a nuestras piernas y cabezas y quemaron a nuestra profesroa", recuerda un alumno, en la cadena de televisión NDTV. Seis hombres armados y con chalecos bombas entraron en la escuela y empezaron a descargar sus armas contra niños inocentes que ya son las víctimas del mayor ataque terrorista en suelo paquistaní. El país sufrió ayer su 11-s particular.

Desde el hospital Lady Reading, Salman de 16 años, describe a AFP, citada recogida por Dawn, que "alguien nos dijo que nos escondiéramos debajo de las mesas y las sillas y luego aparecieron. Antes de disparar gritaron "Allahu akbar" (Dios es Grande). Luego uno de ellos gritó: Hay muchos niños debajo de los pupitres, id a por ellos."

Salman recibió dos disparos, uno en cada pierna justo debajo de las rodillas. Sintió mucho dolor pero optó por hacerse el muerto. '"Doblé mi corbata y me la puse en la boca para no gritar'", recuerda desde el hospital. "El hombre de botas negras siguió buscando estudiantes y metiéndoles balazos en el cuerpo. Me quedé lo más quieto que pude y cerré los ojos, esperando que me volvieran a disparar", aseguró. "Mi cuerpo estaba temblando. Vi a la muerte tan de cerca. Nunca me olvidaré de las botas negras acercándose. Tuve la impresión de que era la muerte que se me acercaba."

"Nuestros compañeros estaban en el suelo, unos había recibido tres disparos y otros cuatro…sangraban mucho." Así describe a RT Ruptly, el joven Muhammed Naeem la escalofriante escena que vivió cuando intentaba huir de la escuela que estaba siendo atacada por los talibanes. Muhammed tuvo suerte porque logró escapar. Alrededor de 100 compañeros suyos murieron tras recibir varios disparos de los talibanes.

Aamir Ali, un estudiante de segundo de ingeniería, perdió a diez de sus compañeros en un abrir y cerrar de ojos. "Estaba sentado en el pasillo con 10 de mis compañeros de clase cuando escuchamos disparos. Rápidamente corrimos para escondernos pero los asaltantes nos encontraron. Vestían Shalwar kameez, una vestimenta usada tanto por mujeres como hombres en Asia del Sur y Asia Central, y lo único que nos dijeron fue que recitásemos el Kalma", asegura al diario The Express Tribune.

Ahsan Mukhtar, un estudiante de segundo año, explicó que su maestro les pidió que se escondieran "Después de una hora, cuando los disparos cesaron, el ejército llegó y nos rescató", recordó.

Esta escuela, cuyos estudiantes tienen entre 10 y 18 años, está ubicada en la ruta entre Peshawar y Warsakm y forma parte de una red de 146 establecimientos para hijos de personal militar. Sin embargo, también asisten hijos de civiles, y muchas veces las mujeres de los agentes ejercen como profesoras.

Mostrar comentarios