Donald Trump: El candidato bocazas aspira a ser hombre de Estado, o casi

  • Desde el pasado martes el Presidente electo ha moderado su discurso, tranquilizado los mercados, alabado a su contrincante y valora mantener algunos puntos del Obamacare. 

    Sin embargo todavía hay muchas incógnitas sobre algunas de sus políticas y habrá que esperar hasta el 20 de enero para saber ante qué tipo de presidente nos encontramos. 

El cambio de Donald Trump: de candidato populista a 'casi' hombre de Estado
El cambio de Donald Trump: de candidato populista a 'casi' hombre de Estado
Ana Domingo
Ana Domingo

No hace ni una semana que Donald Trump ha sido elegido presidente de Estados Unidos y empiezan a verse algunos cambios. Durante la campaña ofreció miles de titulares a la prensa, cada cual más llamativo, hablando de sus intenciones y de las políticas que iba a aplicar cuando llegara al Gobierno. 

Rechazó prácticametne todo lo que había hecho Obama, habló de deshacerse de los inmigrantes, de construir muros en las fronteras, de no respetar los acuerdos sobre el clima porque no existe el cambio climático... Habló e insultó y mucho, prometiendo medidas populistas encaminadas a meterse en el bolsillo a los millones de votantes descontentos que viven en los estados más pobres y menos cosmopolitas de Estados Unidos. 

Iowa, Ohio, Michigan Pensilvania... zonas deprimidas en las que la crisis ha golpeado con fuerza y donde el magnate republicano supo 'pescar' a sus votantes. El pasado 8 de noviembre la victoria de Donald Trump sorprendía a todo el mundo y hacía temblar los cimientos de las instituciones más consolidadas. Si Donald Trump cumplía todo lo que había prometido en campaña iban a cambiar muchas cosas y no precisamente para mejor. Las bolsas fueron las primeras en ver los cambios en el discurso

Las bolsas fueron las primeras en reaccionar, siempre tan frágiles, tan vulnerables a cualquier leve estornudo que pueda resfriar la economía mundial. Pero ante el pánico inicial, con pérdidas en los índices americanos y asiáticos al cierre y en las bolsas europeas en su apertura, el presidente electo asumió su victoria y dio la cara. 

En su primer discurso como máximo mandatario de Estados Unidos dejó atrás su retórica ofensiva, los insultos y amenazas. Habló de progreso, de trabajo, de unidad... nada de radicalismos, y sus palabras surtieron efecto. Las bolsas volvieron a su cauce y el miedo se alejó de los mercados que recuperaron el verde. 

Ese fue el primer paso, pero después vinieron otros. A pesar de que rompió muchos de los protocolos que hasta ahora habían seguido todos los presidentes norteamericanos supo mantener la compostura y alejarse de los grandes titulares que tantos enemigos le granjearon durante la campaña, incluso entre los miembros de su propio partido. Una comunicación menos radical

La única salida de tono la tuvo en Twitter, esa red social en la que tiene casi 15 millones de seguidores a raíz de las protestas que recorren el país desde su llegada al poder, pero supo rectificar, quizá ya se ha rodeado de buenos asesores, y no parecer que atacaba la libertad de expresión.Love the fact that the small groups of protesters last night have passion for our great country. We will all come together and be proud!— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 11 de noviembre de 2016

El Trump del 9 de noviembre no sólo tiene un discurso menos radical, y ha mejorado sus técnicas o equipo de comunicación. Trump también ha cambiado de opinión en cuestiones importantes relacionados con la política. Este fin de semana concedía la primera entrevista a un periódico desde que fue elegido presidente y sorprendía a todos al hablar de la reforma médica de Obama. No todo lo que hizo Obama es malo

Fue uno de los caballos de batalla de sus campaña. Repitió hasta la saciedad que iba a derogarla, que era un desastre. Sin embargo ahora su opinión es otra y en The Wall Street Journal aseguró que hay dos aspectos de la ley que no va a modificar. El presidente saliente, Barack Obama le pidió que lo reconsiderara y así lo ha hecho, por respeto, añadió. 

En concreto baraja mantener la obligatoriedad de las compañías de asegurar a aquellos ciudadanos que tengan enfermedades graves previas y también que los seguros de los padres cubran a los hijos que aún vivan en casa. 

Este cambio de opinión, la manera de reconocerlo y hacerlo público así como las muestras de respecto a Obama han sumado puntos en la columna de 'hombre de estado' de Trump y el pánico en algunos sectores comienza a esfumarse, aunque el miedo permanece. 

Elogios para Hillary Clinton 

Y en el extracto de la entrevista que se ha facilitado a los medios se aprecian más cambios en la actitud y en las políticas de Donald Trump. Después de la bronca campaña que mantuvo con Hillary Clinton, los insultos y amenazas, por primera vez el republicano elogia a su contrincante a la que califica de mujer fuerte valiente y muy inteligente. 

Y eso que durante la campaña amenazó con encarcelarla y la llamó corrupta entre otras muchas cosas que en una de las campañas más feas y sucias que se recuerdan en Estados Unidos.Las sombras y amenazas de su gobierno

Estos son algunos de los avances que se han visto en el republicano durante los primeros días. Ahora prepara su desembarco en la Casa Blanca y será entonces cuando realmente se vea la verdadera política de Trump. De momento ya ha nombrado a su equipo de confianza y en él se encuentran tres de sus hijos, casi nada...

También ha comenzado los contactos con representantes políticos de otros países y sus preferencias y simpatías han quedado claras. El primero al que ha recibido en la torre Trump ha sido al eurófobo Farage. Y no es su único admirador en Europa, la mayoría de partidos populistas ya han mostrado su alegría por la sintonía entre sus propuestas y las del nuevo inquilino de la Casa Blanca. 

Pero no todo es moderación en el gobierno de Trump. La inmigración fue el eje fundamental sobre el que construyó su campaña y también su triunfo. Amenazó con expulsar a todos los inmigrantes ilegales del país, nada más y nada menos que 20 millones. Este domingo, en la entrevista, ha matizado esa cifra. Sólo se perseguirá a los que hayan cometido delitos. (Se calcula que cerca de 3 millones) 

Y el muro par evitar que desde México pasen los inmigrantes hacia a Estados Unidos ya no va a ocupar toda la frontera, ahora sólo se levantará en algunas puntos concretos. No sabemos si también ha cambiado de opinión sobre quién lo va a pagar. President-elect Donald Trump says the wall on the Mexican border may have fence segments, tonight on #60Minutes: https://t.co/n4ZKu8f3mk pic.twitter.com/bCmtXgcyFh— 60 Minutes (@60Minutes) 13 de noviembre de 2016

Pequeños cambios en las formas y en el fondo que parecen encaminadas a convertir, o al menos intentarlo, a Donald Trump en hombre de Estado, o casi. 

Mostrar comentarios