EEUU y Arabia Saudí vuelven a ser amigos

  • Washington acaba de vender también un abultado paquete de aviones de combate de última generación, helicópteros, radares y misiles a Arabia Saudí. La venta de 43.000 millones de euros es la señal más clara de que los dos países han vuelto a encarrilar sus relaciones bilaterales tras el enfriamiento posterior al 11-S. ¿Será para unir fuerzas contra Irán?
Caryle Murphy | GlobalPost

(Riad, Arabia Saudí). El contrato armamentístico podría significar para la industria de defensa de EEUU unos ingresos potenciales de 60.000 millones de dólares (43.000 millones de euros) a lo largo de una década o más, lo que significaría la mayor venta de armas realizada hasta ahora por EEUU.

Si el Congreso de EEUU no bloquea la venta hasta el 20 de noviembre, algo que no se cree que vaya a ocurrir, el contrato servirá además para afianzar las relaciones de seguridad entre los dos países durante los próximos años, ya que el reino saudí dependerá de la formación y mantenimiento de EE UU para aprovechar sus nuevas armas.

El paquete que está sobre la mesa, que se negocia desde los días de la Administración Bush, autoriza a Arabia Saudí a comprar 84 aviones de combate F-15 nuevos y tres clases de helicópteros: 70 Apaches, 72 Black Hawks y 36 Little Birds. El acuerdo incluye también la mejora de otros 70 F-15 ya en manos de las Fuerzas Aéreas Saudíes, así como la compra de misiles anti radar HARM, bombas de precisión JDAM y misiles Hellfire.

Este acuerdo no se podría haber cerrado hace ocho años, asegura Anwar Eshki, presidente del Middle East Center for Strategic and Legal Studies de Jedda, porque después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, “EEUU sospechaba o creía que Arabia Saudí ayudó o no impidió esos acontecimientos”. Sin embargo, los postura subsiguiente de Arabia Saudí en contra del terrorismo “ha vuelto a mejorar las relaciones”, explica Eshki.

Al anunciar el acuerdo de venta, los portavoces de EEUU subrayaron que el contrato servirá para dar trabajo en el país y además ayudará a frenar una posible agresión de Irán a los saudíes.Pero los analistas creen que la transferencia de ese armamento de última generación a Arabia Saudí probablemente no mejorará la estabilidad en el volátil Oriente Medio o alejará al reino saudí de los peligros a los que se enfrenta.

“Los verdaderos problemas en Oriente Medio son de política interna, no de relaciones internacionales”, asegura Gregory Gause III, experto en Arabia Saudí y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Vermont.

Esos peligros incluyen un proceso político paralizado y un vacío de seguridad potencial en Irak, así como unas condiciones económicas y de seguridad deterioradas en Yemen, azotado por la pobreza y donde una robusta Al Qaeda ha encontrado un refugio seguro.

La larga frontera compartida con Yemen significa que Arabia Saudí podría recibir potencialmente una oleada de refugiados yemeníes huyendo del conflicto civil, o el renacimiento del enfrentamiento fronterizo de 2009 con rebeldes yemeníes que dejó más de 100 soldados saudíes muertos.

Además, el punto muerto del conflicto entre israelíes y palestinos eleva las eventuales posibilidades de incidentes violentos en Cisjordania o cualquier otro tipo de confrontación entre Israel y Hezbolá, con base en el Líbano.

“Hace cuatro días que acabo de regresar de Cisjordania”, asegura Mark Perry, un analista independiente de política militar y exterior con base en Washington D.C. “Es oscuro y deprimente y volátil, y es muy preocupante... El potencial de violencia es increíble, especialmente en Jerusalén Este y en Hebrón”.

Todas estas situaciones degradan el ambiente de seguridad en Arabia Saudí, pero probablemente se verán afectadas por el contrato de armas que está sobre la mesa. “No creo que estas armas vayan a proteger a Arabia Saudí de las amenazas reales a las que se enfrenta en la región”, explica Gause.

Es más, el paquete de armas “ni siquiera le es útil para equilibrarse militarmente con Irán”, porque Irán está capitalizando sus relaciones políticas con Hezbolá, Hamás y el liderazgo de Irak, añade Gause. “Así es como están extendiendo su influencia en la región”.

Sin embargo “si hay una razón estratégica para estar a favor de esta venta de armas, es nuestro ascenso en una situación de proliferación”, apunta. “Si los iraníes logran capacidad nuclear, Arabia Saudí se enfrentará a un dilema: ¿lo hacemos nosotros también o no lo hacemos?”, afirma Gause. El acuerdo de armas propuesto podrá hacer que los saudíes “estén más cómodos con la garantía de seguridad de los estadounidenses”, lo que daría a EEUU “alguna fuerza, credibilidad” cuando intente disuadir a Riad de seguir el mismo camino nuclear que Irán.

Mouin Rabbani, un escritor independiente y analista especializado en temas palestinos que trabaja en Amán, considera el contrato de armas como una forma de “solidificar la alianza estratégica entre EEUU y Arabia Saudí”, con el “mensaje indirecto” de que “Irán no podrá atacar a Arabia Saudí sin provocar con ello una respuesta norteamericana”.

Pero Rabbani no cree que el acuerdo de armas resuelva por si mismo las necesidades de defensa saudíes. “Con todo el respeto, creo que la gente que intenta explicar la compra de armas sobre la base de las necesidades militares saudíes están malinterpretando totalmente la situación. Cualquier objetivo militar es totalmente secundario. De lo que se trata esto realmente es... de comprar seguridad al régimen. Las adquisiciones militares son una manera importante de reciclar petrodólares”, sostiene el analista.

Según Eshki, esta situación se explica porque “Israel tiene dos enemigos: un enemigo sabio y un enemigo lunático”.

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