El arte latinoamericano empieza a hacerse un hueco en el mercado chino

  • Las artes plásticas de América Latina, todavía poco conocidas en China, comienzan a hacerse un hueco en un país en el que el incipiente mercado del arte se ha convertido en el que más dinero mueve del mundo.
José Álvarez Díaz, Shangái (China) | Efe

La evolución ha sido bastante rápida y siembra espectativas de que China pueda convertirse, dentro de no tantos años, en uno de los principales mercados para el arte latinoamericano, explicaron distintos galeristas, marchantes y artistas presentes en la feria anual Art Shanghai 2011.

"Desde que comenzamos en 2006 hasta hoy hemos notado un crecimiento formidable del mercado chino, hasta el punto de que hoy es el número uno en el mercado mundial, y antes estaba el quinto", dijo Álvaro Cirillo, director de un pabellón latinoamericano en la feria desde entonces, que alcanzó los 500 metros cuadrados este año.

Cirillo está convencido de que "va a crecer más" y no tiene duda de que "el mundo está mirando a China con más seriedad que hace unos años", cuando el sector contemplaba la incipiente apertura del mercado oriental con bastante escepticismo.

"No me animaría a decir que ya tengamos un coleccionismo de arte latinoamericano en China, pero sí que tenemos un grupo de compradores que año a año nos visitan, y que son propietarios de obras de arte latinoamericanas", declaró.

Sin embargo, no cree que "sea tanto por un planteamiento de inversión, como sucede -subrayó- en casi todo el mundo", sino porque en China muchas veces "la gente adquiere la obra por un sentido de mayor sensibilidad [que en otros mercados], y no tanto por una intención de negocio como quien invierte en la bolsa".

En China "hay muchos coleccionistas de arte tradicional chino, pero cada vez hay más curiosidad por ese arte un poco exótico que viene de América Latina, de Europa", según Cirillo.

Opinión que comparte Hocine Drif, un galerista francés que también acudió a la feria de arte, y para quien los chinos pagan por lo que "les emociona y les habla".

A los coleccionistas chinos "les gusta mucho sentir cuando ven un cuadro, no están todavía tan acostumbrados al arte conceptual, porque es muy frío, pienso que China es muy del interior, muy pensativa, muy meditada", explicó, en el mismo sentido, la galerista bogotana Elvira Moreno.

La propietaria de LGM Arte Internacional, que lleva tres años introduciendo el arte latinoamericano en museos, galerías y ferias de China, consideró que a los coleccionistas chinos "les llama mucho la atención el arte que les ponga a pensar y a meditar un poco".

"Hay mucho por hacer, pero cada vez hay más coleccionistas chinos que adquieren obras latinoamericanas. Nos va mucho mejor cada año (...) el público cada vez tiene más interés en nuestro arte, es más receptivo", según la galerista colombiana, que acaba de presentar una exposición en la ciudad de Zhengzhou (Henan, centro).

Moreno, que llevó a la feria dos obras de la primera época de Botero (dos retratos de "niñas" de 1962 y 1963, valoradas en unos 190.000 dólares cada una), destacó que para un comprador chino es un "riesgo" invertir en un artista extranjero.

Los chinos tienen artistas locales "muy buenos, en los que ven su dinero muy bien representado", comentó, pero, en su opinión, "cada vez se sienten más tranquilos" comprando arte de Latinoamérica.

"Estamos abonando el terreno porque estamos convencidos de que en unos años, en no tanto tiempo, nuestro arte va a estar mucho más fuerte aquí y vamos a tener realmente rentabilidad en la inversión que hemos hecho", concluyó.

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