El Ejército de EEUU hace su propia foto de la guerra en Facebook

  • Los militares estadounidenses ya tienen un objetivo en internet: contar la guerra de manera optimista y destacar las buenas noticias que llegan de las tropas en Iraq o Afganistán. El Ejército de EEUU está sacando partido a Facebook, Twitter y otras redes sociales, por supuesto de manera controlada. Los comentarios partidistas o políticos quedan excluidos.
Stephanie Gaskell, Nueva York (EEUU) | GlobalPost
Stephanie Gaskell, Nueva York (EEUU) | GlobalPost

Aumenta el número de soldados de EEUU heridos en Afganistán; hay otros 1.400 marines camino de Kandahar; docenas de afganos han muerto en ataques suicidas, y en Kabul se han instalado unas cuantas farolas de energía solar. Estas son algunas de las noticias sobre la guerra en Afganistán que han sido cubiertas por las principales empresas informativas del mundo durante la primera semana del año.

Pero si se observan los mensajes que se intercambiaban la semana pasada en las redes sociales los soldados de EEUU y la OTAN en Afganistán, la imagen es muy distinta: tropas de EEUU encontraron y desmantelaron cuatro artefactos explosivos improvisados en un pequeño tramo de carretera; los soldados afganos han aprendido técnicas de primeros auxilios; los campesinos locales recibieron semillas para poder ganarse la vida, y las fuerzas de la coalición han logrado controlar un distrito del valle de Tangi.

Que un ejército trate de contar su historia o controlar su mensaje en tiempos de guerra no es nada nuevo. Pero con la llegada de las redes sociales los militares pueden alcanzar ahora a más gente que nunca, reduciendo de paso su dependencia de los grandes medios generalistas, que quizás no siempre coincidan con su versión de los hechos.

La página oficial del Ejército de EEUU en Facebook tiene más de 583.000 seguidores, y la de los marines tiene casi un millón. No están muy lejos de la CNN, que tiene 1,6 millones de "amigos", o The New York Times, con algo más de un millón. Y eso sin tener en cuenta los cientos de unidades o regimientos que tienen su página específica en Facebook, su cuenta en Twitter, etcétera.

"Es un hueco que podemos cubrir nosotros mismos", afirma Jack Holt, encargado de nuevos medios del Departamento de Defensa. "Nos ayuda a contar el otro lado de la historia, que no siempre es el lado más dramático".

En 2006, en los momentos más álgidos de la guerra de Irak, el teniente general William Caldwell, por entonces principal portavoz del Ejército de EEUU, comenzó a ver los beneficios de las redes sociales. Pero por aquellas fechas Facebook, Twitter y otras plataformas eran consideradas grandes amenazas para la seguridad, herramientas con las que el enemigo podría conseguir información sobre movimientos de tropas u operaciones.

Caldwell, no obstante, sentía que los grandes medios no estaban contando toda la historia de lo que estaba ocurriendo en Irak, y que dichas plataformas podrían ser una forma eficaz para contar la versión militar de los hechos. "Había hombres y mujeres haciendo cosas increíbles a diario, no solo cosas heroicas", recuerda. "Estaban construyendo escuelas, ayudando a establecer sistemas de gobierno, ayudando a las fuerzas policiales iraquíes a asumir más responsabilidad, entrenando al Ejército de Irak... Y esas historias no estaban siendo contadas porque quedaban ensombrecidas por otros aspectos, por la pérdida de vidas estadounidenses y por el aumento del número de bajas".

Fueron los subordinados más jóvenes de Caldwell quienes le hablaron de YouTube, vetado inicialmente por el Pentágono en Irak junto a otras plataformas sociales. Finalmente, las altas instancias revisaron los riesgos y los beneficios de las redes sociales y a principios de 2007 nació el primer canal oficial del Ejército en YouTube. "Al cabo de seis meses, estaba entre los 10 canales más vistos de YouTube en todo el mundo. El número de visitantes era fenomenal".

En la actualidad, los principales líderes del Departamento de Defensa participan de algún modo u otro en las redes sociales: el general Raymond Odierno escribe en Facebook casi cada día, y el almirante Mike Mullen, presidente del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, es usuario habitual de Twitter.

El jefe del Estado Mayor del Ejército, el general George Casey, graba regularmente mensajes en vídeos para una sección llamada Chief Cam.  "Le encanta salir por ahí con su cámara Flip y grabar vídeos con soldados", asegura Juanita Chang, directora de la división online y de redes sociales de la oficina de Relaciones Públicas del Ejército de EEUU.

Las plataformas sociales del Departamento de Defensa siguen unas estrictas medidas de seguridad para evitar comentarios partidistas y políticos. Lo más cerca que se puede llegar a tocar la política es con comentarios como este estatus publicado recientemente en la página de Facebook del Cuerpo de Marines de EEUU: "Bush se ha ido. Un día Obama se irá. Pero el Cuerpo es eterno".

Gran parte de los comentarios se dedican a dar ánimos a las tropas. De hecho, las redes sociales no hacen más que subir la moral. Aún así, en estas plataformas se encuentra mucho contenido que no aparece en los medios de comunicación convencionales. Hay historias por ejemplo de bombas que no explotan, y de soldados que no mueren en combate. "Estas historias necesitan ser contadas", asegura Thomas Coffman, un especialista en comunicación de masas que trabaja para la Marina de EEUU.

Coffman es el director de redes sociales de las fuerzas de la coalición en el sur de Afganistán, el Regional Command-South. Con base ahora en Kandahar, Coffman envía informaciones directamente desde el campo de batalla a través de Twitter, YouTube, Flickr y Facebook. Tienen amigos y seguidores en 26 países.

Según Jack Holt, la popularización de las redes sociales está abriendo nuevas vías de comunicación desde el campo de batalla, y eso significa también que como hay mucha más gente mirando hay que ser también muy cuidadoso con lo que se dice.

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