El pánico a la radiación de Fukushima genera compras masivas de yoduro de potasio en EEUU

  • Primero fue el terremoto de Japón. Después, el tsunami. Después, la amenaza de la catástrofe nuclear. Ahora, los estadounidenses comienzan a hacer acopio de pastillas de yoduro de potasio por las supuestas bondades para prevenir el cáncer de tiroides si se produce un escape radiactivo en Fukushima. Sin embargo, los científicos recomiendan no tomarlo si no es necesario, porque puede desencadenar reacciones alérgicas y efectos secundarios.
Estadounidenses "acaban" con el yoduro de potasio
Estadounidenses "acaban" con el yoduro de potasio
lainformacion.com
David Case, Boston (EEUU) | GlobalPost

Tras el desastre en Fukushima (Japón), los medios de comunicación en EEUU han informado que el yoduro de potasio puede ayudar a prevenir el cáncer de tiroides, que se puede desarrollar al inhalar yodo radiactivo procedente de las instalaciones nucleares afectadas por el desastre.

El yoduro de potasio se suele utilizar para tratar enfermedades de la tiroides.

Sin embargo, los estadounidenses están comenzando a comprar estas pastillas en gran cantidad por temor a que no haya suficiente suministro de ellas "si se produce un escape radiológico significativo" en Japón, según la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad.

De igual modo, según ha informado la BBC, numerosas farmacias del Reino Unido ya han hecho pedidos significativos de este compuesto.

La directora general de Servicios de Salud de EEUU, la doctora Regina M. Benjamin, contribuyó sin quererlo a disparar la demanda de estas pastillas. Ocurrió el martes pasado, en California, cuando respondió a un periodista que le había dicho: "Parece ser que la gente está acumulando yodo. ¿Es eso una medida extrema, o como usted dice, algo preventivo?".

La doctora Benjamin, que acababa de subrayar la importancia de adoptar medidas de prevención ante cualquier desastre, pareció quedarse sorprendida por la pregunta, a la que contestó: "¿Quieres decir aquí [en California]? No he oído nada de eso. Es una precaución".

Más tarde, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU aclaró que la doctora Benjamin "dijo que siempre es importante estar preparado, aunque no recomendaría a nadie comprar yoduro potásico para consumo propio en este momento". Posteriormente comentó que "es importante que los ciudadanos que estén preocupados atiendan las recomendaciones de las autoridades sanitarias locales y estatales".

Previamente, el doctor Jonathan E. Fielding, responsable de Salud Pública del condado de Los Ángeles, había desaconsejado a los ciudadanos tomar yoduro de potasio si no lo necesitan, ya que puede desencadenar reacciones alérgicas y efectos secundarios.

En un comunicado de prensa, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad asegura que "dado que Japón está a miles de kilómetros de EEUU, es altamente improbable que los estadounidenses se vean expuestos a yodo radiactivo por una inhalación directa de emisiones procedentes del complejo nuclear de Fukushima".

"La inhalación directa es el tipo de exposición para el que puede resultar más efectivo el yoduro de potasio", agrega el comunicado.

Los estadounidenses también se podrían ver expuestos a yodo radiactivo si consumen productos agrícolas contaminados, como leche de vacas que lo hayan inhalado.

"El yoduro de potasio, no obstante, no sería efectivo para contrarrestar esa situación", explica la organización científica, que recalca que en ese caso "las autoridades sanitarias federales y estatales se encargarían de hacer pruebas para detectar esa contaminación y retirar productos del mercado si es necesario".

El yodo radiactivo puede ser peligroso por su capacidad para concentrarse en la glándula tiroides de los humanos y mutar células, causando cáncer.

El isótopo tiene una vida media de ocho días, por lo que se desintegra más rápidamente que el estroncio y el cesio, partículas que también se liberan al aire en un accidente nuclear.

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