Esta bebé consigue recuperar a su "ángel" protector 38 años después de su tragedia

    • La pequeña Amanda Scarpinati permaneció semanas ingresada en un hospital de Nueva York peleando por su vida, tras un gravísimo accidente.
    • Durante ese tiempo, una enfermera que la cuidó estableció con ella una conexión muy especial. Estuvieron cuatro décadas sin verse, hasta que Facebook obró el milagro.
Amanda, en el hospital
Amanda, en el hospital

La historia resulta conmovedora. Inevitablemente, toca las fibras más íntimas. El tiempo se ha encargado de cerrar un círculo perfecto, a raíz de un suceso ocurrido hace casi cuatro décadas, que ahora tiene un final feliz y entrelaza a dos personas en una conexión perfecta.

Todo se remonta a 1977. Algo inesperado sucede en el seno de una familia de clase media neoyorquina. Es invierno y los padres de una recién nacida encienden una estufa para calentarse. En un momento, la pequeña Amanda, de apenas tres meses, se le escurre de los brazos a la madre y cae de cabeza sobre el aparato.

La cara de la beba seincrusta sobre el calefactor. Los padres intentan socorrerla pero ya es tarde: tiene quemaduras terribles en la piel. La llevan al Centro Médico Albany, donde practican a la menor varias cirugías y le vendan la cabeza.

Permanece semanas ingresada allí. En ese paréntesis interminable de tiempo, en esa compás de espera donde pelea por la vida, sus familiares le hacen varias fotos. En las imágenes siempre aparece la misma cuidadora del lugar, una enfermera que la sujeta entre sus brazos y la mira con ternura.

El milagro finalmente se concreta: la pequeña Amanda Scarpinati se recupera de las heridas y sale del hospital. Nunca más sabrá de su enfermera... hasta que llega el instante crucial que tanto anhelaba. "Me acostumbré a mirar a mi ángel. Aparecía en muchísimas fotos y siempre me trataba con verdadero amor y cariño", comenta ya de adulta.

Por este motivo, durante 20 años, se dedica a buscar con desesperación a aquella silueta de pelo claro y ondulado que la protegió en sus horas más difíciles. La figura de las fotos ocres y ajadas por el transcurso del tiempo no aparece por ningún lado... Hasta que a Amanda se le ocurre, hace poco tiempo, subir las fotos a su muro de Facebook donde se la ve con su "ángel" protector. Así está hoy Amanda:

Otra enfermera del centro que trabajaba con su cuidadora por suerte vio la foto y decidió ponerlas en contacto. La enfermera se llama Susan Berger y así luce hoy:

Treinta y ocho años después, ambas deciden saldar una cuenta del destino. Se han encontrado y dado este abrazo interminable. Amanda ya es toda una mujer. Susan, quien siempre guardó una foto de ella en su casa, confiesa emocionada: "Era una niña adorable y siempre se portaba bien. No lloraba y dormía plácidamente. Desde que se fue del centro no ha habido ni un día en que no pensara en ella".

Aquí tienes el vídeo de esta historia que se ha viralizado en las redes:

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