Golpe al Tea Party

    • La extrema posición del Tea Party está provocando que pierdan apoyos no solo en los lugares en lo que gobernaban sino también en lugares tradicionalmente republicanos.
    • Esta es la primera vez en cuatro décadas en la que el partido que controla la Casa Blanca, en este caso el demócrata, se lleva a la vez la gobernación de Virginia.
El Tea Party, el gran vencedor de la paralización del Gobierno en EE. UU.
El Tea Party, el gran vencedor de la paralización del Gobierno en EE. UU.
L. M.

El Shutdown y el cercano Default han pasado factura al Tea Party en las últimas elecciones municipales y locales de Estados Unidos. Los republicanos han perdido Nueva York este martes en manos de los demócratas que no alcanzaban el poder en esta ciudad desde hace 20 años.

La extrema posición del Tea Party está provocando que pierdan apoyos no solo en los lugares en lo que gobernaban sino también en lugares tradicionalmente republicanos. Mike Lee y Ted Cruz fueron los primeros en sentir como su popularidad caía tras su postura inmovilista que condujo a la parálisis al Gobierno de Estados Unidos. En el caso de Ted Cruz, las encuestas señalan que su popularidad ha descendido 10 puntos.

Virginia ha sido el Estado que ha asestado el último golpe al grupo conservador. El demócrata Terry McAuliffe ha sido elegido por los votantes de este estado para liderarlos. Virginia era tradicionalmente un feudo conservador, su último gobernador era el republicano Robert McDonnell. Sin embargo a McDonnell lo sustituirá un demócrata cuya victoria frente a Cuccinelli fue más ajustada de lo que auguraban los sondeos.

McAuliffe fue el más votado entre las mujeres y los residentes de las áreas cercanas a Washington, la capital del país, mientras que Cuccinelli se llevó el respaldo de los propietarios de armas y de los habitantes de zonas rurales. Esta es la primera vez en cuatro décadas en la que el partido que controla la Casa Blanca, en este caso el demócrata, se lleva a la vez la gobernación de Virginia.

Los americanos están cambiando y el partido republicano parece resistirse. Las minorías, las mujeres y los latinos son los grupos claves en Estados Unidos a la hora de decantar unas elecciones hacia un lado u otro. En 2012, fueron la pieza que hizo que Barack Obama se impusiera a Mitt Romney y en 2016 probablemente serán más determinantes.

Por el momento, Marco Rubio es el hombre estrella entre los republicanos. Sus colegas consideran que cuenta con los principios conservadores que caracterizan al partido, pero al mismo tiempo con las ideas progresistas que conducen a alcanzar el verdadero sueño americano. Además, el conservador Rubio forma parte del grupo bipartidista de ocho senadores que delinearon recientemente los principios para alcanzar una reforma migratoria en Estados Unidos.

Además Rubio es buen orador en inglés y en español, por ello conecta a la perfección con los latinos. También prefiere improvisar a utilizar el teleprompter y conecta mucho mejor con el público en directo que por televisión.Chris Christie el nuevo rival de Maro Rubio

El recién elegido gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, representa la gran esperanza para 2016 de un ala moderada cada vez más acorralada por los más conservadores del partido republicano en EE.UU., un rol al que le ha aupado su carácter sin tapujos pero que por ahora ha evitado abrazar por completo.

"Chris podría fácilmente convertirse en nuestro candidato (para las elecciones de 2016), salvar a nuestro partido y ayudarnos a devolver a este país al camino correcto de nuevo. No se puede encontrar a nadie mejor que Christie", dijo el domingo Mitt Romney, candidato republicano en los comicios de 2012, a la cadena NBC.La misma impresión manifiestan otros representantes del ala moderada, que, inquietos ante el alza del movimiento

ultraconservador Tea Party, confían en la varita mágica de un republicano que ha conquistado dos veces un bastión demócrata como Nueva Jersey.

"Soy un conservador. He gobernado este estado como un conservador, y creo que eso ha llevado a que algunos estén en desacuerdo conmigo en este estado. La diferencia es que no he tratado de esconderlo, o enmascararlo como otra cosa", señaló Christie en una entrevista con la cadena CNN.

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