India, el boom del turismo médico

  • Mientras en EEUU vuelve a la actualidad la reforma del sistema de salud, se triplica el número de norteamericanos que buscan atención médica en el país asiático. Una operación puede costar la cuarta parte que en Occidente.
Un paciente estadounidense en un hospital de la ciudad india de Bangalore | GlobalPost
Un paciente estadounidense en un hospital de la ciudad india de Bangalore | GlobalPost
Saritha Rai – GlobalPost para lainformacion.com
Saritha Rai – GlobalPost para lainformacion.com

BANGALORE (India) - Les Seaver-Davis acaba de operarse de la rodilla derecha. Ha venido a Bangalore y ahora se recupera en las instalaciones del impoluto hospital Wockhardt. Seaver-Davis cuenta con los dedos de la mano la cantidad de veces que estuvo yendo de un lado para otros en los hospitales en su natal Greensboro, en Carolina del Norte.

¿Siete? ¿Ocho? Después de unos instantes deja el tema de lado, observa su habitación impecable y declara: "Por primera vez en mi vida siento que me cuida la gente más maravillosa del mundo".

Hace unas semanas, Seaver-Davis, profesor y experto en mediación familiar, atravesó la mitad del planeta desde Greensboro a Bangalore para que los doctores de Wockhardt le sustituyeran los implantes de una cirugía anterior.

La operación le ha costado 11.000 dólares (7.000 euros), una ganga que equivale a sólo una cuarta parte de lo que le cobraban los hospitales en Carolina del Norte. "Si más gente supiera la calidad de los servicios médicos de aquí, los hospitales americanos se quedarían sin pacientes", declara.

Mientras la atención vuelve a centrarse en la reforma del sistema de salud de EEUU, un creciente número de norteamericanos como Seaver-Davis no esperan las soluciones de Washington. Se van en busca de tratamiento médico a la India, ya sea por sus propios medios o enviados por la empresa para la que trabajan. Una atención de primer nivel y el bajo coste de hospitales como Wockhardt, de prestigio internacional, son dos reclamos de peso entre los occidentales.

Y la crisis económica actual no ha hecho más que acelerar la tendencia. Muchas empresas norteamericanas que desean reducir los gastos médicos de sus empleados han optado por la India, al igual que muchos ciudadanos con o sin seguro médico.

Este año, Wockhardt ha tenido 580 pacientes norteamericanos para tratamientos que van desde cirugía de by-pass o transplante de órganos hasta complicadas operaciones de la columna. El hospital dice que el número de pacientes se ha triplicado en comparación con el mismo período del año anterior.

Aumento por la crisis

"La recesión realmente está aumentando los casos en que se busca tratamiento en otros lugares [fuera del país de origen]", declara Vishal Bali, consejero delegado de Wockhardt Hospitals. "En los últimos meses, se ha duplicado la cantidad de consultas de cirugía. Y esperamos un alza importante de pacientes de EEUU durante el segundo semestre del año".

El interés ha aumentado tanto de parte de empresas como de particulares ahora que empeora la situación económica, afirma Rajesh Rao, consejero delegado de la firma de servicios médicos Indus, en Raleigh, Carolina del Norte. "En nuestra empresa, se ha duplicado el volumen de pacientes respecto al año anterior", afirma. Una gran parte del aumento proviene de servicios médicos para empresas norteamericanas.
A pesar de la enorme competencia de países como Singapur o Tailandia, India es el preferido de los norteamericanos debido al uso del idioma inglés. Y más aún si a esto se añade el hecho de contar con hospitales de primer nivel, tratamientos complejos y doctores con estudios en el extranjero.

Sin embargo, para muchos americanos cuyo único conocimiento de la India se limita a películas como Slumdog millionaire, la idea de ir allí para atención médica les da escalofríos. Los aeropuertos llenos de gente, la basura en las calles y los barrios marginales no les inspiran confianza. Todos los hospitales indios de primer nivel tienen historias de pacientes americanos que se han arrepentido justo antes de abordar el avión que les llevaba a la India.

"Uno oye mucho sobre la pobreza y la suciedad, no tenía una buena opinión", reconoce Seaver-Davis, que en un principio pensó en operarse en Costa Rica o Singapur.

Pero descubrió que en Costa Rica la tasa de éxito de su operación daba lugar a dudas y en Singapur era mucho más cara. Cuando se enteró que Wockhardt tenía un acuerdo en la India con el área internacional de la Escuela de Medicina de Harvard se quedó mucho más tranquilo. Además, la bajísima tasa de infección de los hospitales indios acabó por convencerlo.

Los ahorros, en algunos casos del 90 por ciento, son el criterio más importante para las empresas norteamericanas que se han visto sacudidas por la crisis económica, declara David Boucher, consejero delegado de Companion Global Healthcare, una firma que asesora a quienes buscan tratamiento médico en el extranjero.

Companion trabaja principalmente con empresas y tiene unos 280 clientes en 19 estados del país. Pese a que muchos americanos prefieren aplazar una cirugía por miedo a perder su trabajo si cogen una baja de varias semanas, las cosas comienzan a cambiar. "Creo que la actividad aumentará en los próximos dos trimestres", añade Boucher.

En el hospital Wockhardt, una isla de paz en medio del ruidoso y congestionado barrio de Bannerghatta Road, Seaver-Davis está animado. Ir a la India ha sido una de las mejores decisiones médicas de su vida, afirma.

Y para demostrar su satisfacción con su aventura india, ahora planea prolongar su estancia en el país. Se someterá a un tratamiento dental importante en el mismo hospital, todo con un coste muy por debajo de EEUU. "Más allá de la preparación de los doctores y las sonrisas de las enfermeras, la compasión y la empatía aquí son de verdad", afirma.

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