Las cosas de Internet: Un hecho de 2012 se convierte en noticia cuatro años después

  • La noticia de Debbie Stevens, una neoyorquina que fue despedida por solicitar la baja laboral después de someterse a una donación de riñón en 2012, vuelve a ser viral cuatro años después. 

    Meses después de la operación Stevens comenzó a sentirse mal y su jefa la obligó a ir a trabajar para que el resto de compañeros no pensasen que con ella tenía "un tratamiento especial".

Las cosas de Internet: Un hecho de 2012 se convierte en noticia cuatro años después
Las cosas de Internet: Un hecho de 2012 se convierte en noticia cuatro años después

Internet es un baúl con un fondo infinito de noticias y datos. Por eso, no es de extrañar cuando un hecho que empieza a correr como la pólvora, y del que todos los medios se hacen eco, resulta ser de hace años. El último caso ha sido el de una mujer que donó un riñón y terminó siendo despedida por no acudir a trabajar durante su recuperación. En 2012 el caso de Debbie Stevens ocupaba todas las portadas de la prensa neoyorquina. La trabajadora, de por aquel entonces 47 años, era despedida por solicitar la baja laboral después de haberse sometido a una donación de riñón. Pero, ahí no acaba la cosa, ¡Stevens había donado su riñón a su jefa!Un acto de solidaridad que acaba en pesadilla

Con todo su buen corazón esta neoyorquina decidió someterse a una operación de trasplante sin saber que ese día comenzaría su pesadilla. Jackie Brucia, jefa de Stevens, se puso enferma. A finales de 2009, en una conversación informal, Brucia le comentó que necesitaba un trasplante de riñón y que le estaba resultando imposible encontrar un donante.

Stevens decidió ayudarla, e incluso en un momento dado se ofreció a donar su propio riñón si no encontraban un donante a tiempo. En enero de 2011, la empleada recibió la llamada de su jefa, que le había tomado la palabra, y le preguntó si la oferta iba en serio. Debbie fue tajante: "Claro que sí".

La trabajadora sentía reconfortante poder donar su riñón izquierdo para volver a la vida a otra persona. "Era mi jefa, la respetaba y no quería que muriese", explicó Stevens al diario 'The New York Post'. Sin embargo, su órgano no era compatible con el de Brucia, por lo que los médicos se lo dieron a un paciente de St. Louis, Missouri. A cambio, su jefa obtuvo un riñón compatible proveniente de San Francisco.

Pocos meses después de la operación, Debbie Stevens comenzó a sentirse mal. Tenía molestias en las piernas y problemas digestivos que la impedían llevar una vida normal.

Pese a los problemas de salud, la mujer se sintió presionada a volver al trabajo aunque no se encontraba en condiciones. "¿Por qué no estás en el trabajo?, los demás van a pensar que tienes un tratamiento especial", le espetó Brucia durante una conversación telefónica. Y, por si no fuera suficiente, lo primero que hizo la responsable del concesionario cuando se reincorporó al trabajo fue recriminarle supuestos errores frente a sus compañeros.Una despedida, la otra bebiendo champán

Ese fue el momento en el que Stevens decidió pedir una baja por motivos de salud. La trabajadora consultó a un abogado y la empresa le contestó confirmando su despido, respaldado por un informe negativo firmado por Jackie Brucia.

"Me sentí traicionada. Fue una experiencia muy dolorosa y horrible", asegura Stevens, que denunció a su antigua empresa ante la Comisión de Derechos Humanos del estado de Nueva York.

En la demanda precisó, que lo que más la impulsó a iniciar acciones legales no fue el hecho de que fuera despedida sino que, después de su sacrificio, Brucia fuera vista totalmente sana y saliendo de una limusina con una botella de champán.Ahora, cuatro años después, la noticia de Stevens vuelve a ser viral.

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