Irán entra en la lucha espacial

  • Cuando la Guerra Fría parece olvidada y la carrera espacial entre Rusia y Estados Unidos se ha sosegado, Irán entra en juego. Ahora la nueva apuesta de Ahmadineyad está también en las estrellas, para mostrarse como fuerza y amenaza militar más allá de su desafío del uranio enriquecido.
Irán lanza un nuevo cohete al espacio y anuncia la fabricación de 3 satélites
Irán lanza un nuevo cohete al espacio y anuncia la fabricación de 3 satélites
Tom Hundley | GlobalPost

(Dubai, Emiratos Árabes Unidos). Un ratón, dos tortugas y unos cuantos gusanos difícilmente podrían representar una amenaza en comparación con las 8.000 centrifugadoras que trabajan día y noche para producir uranio enriquecido presumiblemente para fabricar una cabeza nuclear. Sin embargo, estas pequeñas criaturas son un ejemplo de otro de los mecanismos de Teherán para convertirse en una potencia militar.

Los animalillos fueron lanzados al espacio y posteriormente recuperados, según un anuncio oficial de febrero. El presidente Mahmud Ahmadineyad describió el logro como "el amanecer de una nueva era de desarrollo nacional" y declaró que con el tiempo Irán enviaría hombres al espacio.

A Estados Unidos y sus aliados en Europa y Oriente Medio no les preocupan tanto los astronautas iraníes como los avances de Teherán en el lanzamiento de cohetes y el potencial para desarrollar armas nucleares. En el último año y medio, Irán parece haber conseguido diversos logros en su programa de misiles.

El mismo día que se anunció el lanzamiento y recuperación de los animales, Teherán presentó un prototipo del Simorgh-3, un sofisticado cohete de lanzamiento, con una capacidad cuatro veces superior a los actuales Safir-2. Irán se apuntó otro triunfo en febrero del año pasado, con la utilización de un cohete Safir para poner en órbita un satélite de fabricación iraní. El país se integraba así en el exclusivo club de las ocho naciones con tecnología para desplegar un satélite (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, Japón, China, India e Israel).

Mark Fitzpatrick, experto en proliferación de armas y especialista en Irán para el International Institute for Strategic Studies de Londres, indica que el Sajjil y el Simorgh son dos avances preocupantes. "Los Sajjil son importantes, porque extienden el alcance de los misiles con armas nucleares. Si Irán es capaz de producir una cabeza nuclear de menos de una tonelada, el Sajjil podría alcanzar Israel o Arabia Saudí".

Los ingenieros iraníes parecen tener el conocimiento técnico para producir uranio para armas, pero por el momento no lo han hecho. Las declaraciones de Irán de que tanto sus ambiciones nucleares como su programa de misiles son iniciativas pacíficas han sido recibidas con gran escepticismo por parte de la comunidad internacional.

Según Fitzpatrick y otros expertos, el Sajjil representa un importante avance estratégico porque los misiles propulsados por combustible sólido son más versátiles y, por lo tanto, menos vulnerable a un ataque preventivo. "Al existir combustible sólido, hay menos tiempo entre la preparación y el lanzamiento", explica Fitzpatrick. "Su capacidad de supervivencia es mayor".

El Simorgh-3, cuyo prototipo fue presentado hace dos meses en Teherán, constituye un paso adelante en el desarrollo del programa de misiles de Irán. "Los elementos de propulsión presentados [en la maqueta] indican una nueva dirección del programa de misiles. No habían ido en esta dirección antes y ahora sí", afirma Fitzpatrick.

El grupo de análisis de la industria de defensa, Jane's, informa de que el Simorgh presenta un clúster de cuatro propulsores de combustible líquido y una estructura de soporte acoplada a la primera parte del cuerpo del cohete. "Es la primera vez que Irán utiliza un sistema de propulsión multi-motor para la primera etapa del cohete", señala Jane's.

Fitzpatrick destaca que el desarrollo del Sajjil y el Simorgh sugieren que Irán se concentrará en el desarrollo de misiles de corto y medio alcance, lo que no representa una amenaza directa contra Estados Unidos -uno de los mayores enemigos de Ahmadineyad-, pero sí una seria advertencia a sus rivales y enemigos en la región.

La preocupación inmediata del régimen iraní es un ataque preventivo de Estados Unidos e Israel a sus instalaciones nucleares. El Gobierno de Mahmud Ahmadineyad ha dicho que si les atacan, tomará represalias contra las bases estadounidenses en la región. Los avances iraníes en tecnología de misiles hacen la amenaza cada vez más creíble.

Teherán ya ha respaldado sus palabras con algunas pruebas en el golfo Pérsico. La respuesta de Estados Unidos ha sido aumentar las defensas antimisiles de su flota desplegada en el golfo. También ha ofrecido ampliar los sistemas de defensa antimisiles Patriot a sus aliados en la zona.

"Hay mucho nerviosismo en la región, en especial después de las pruebas de misiles de Irán", afirma Christian Koch, especialista del Gulf Research Center, una organización con sede en Dubai."Esta es la razón por la cual diversos países del GCC [Consejo de Cooperación del Golfo] decidieron aceptar la oferta de EEUU de reforzar sus defensas antimisiles", afirma.

Si bien Estados Unidos no ha indicado quiénes han recibido los Patriots –estos países no quieren mostrarse dependientes de EEUU- se dice que Kuwait, Bahréin, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos habrían aceptado el escudo de misiles norteamericano.

Irán está aún lejos de contar con la tecnología para misiles intercontinentales que pudieran llegar a territorio estadounidense. Si bien el régimen de Ahmadineyad podría atacar a Israel con un arma más primitiva, sería víctima de un contraataque aniquilador. Según Koch, la tecnología nuclear iraní y su énfasis en misiles de corto y medio alcance representan un peligro evidente para los pequeños países del golfo Pérsico. "La estrategia de Irán es ser reconocido como una gran potencia en el golfo [Pérsico]", sentencia.

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