En El Mirador, una cantina frecuentada por la élite política y económica de México, se puede ver una buena selección de licores y un menú que incluye platos como patas de cerdo en escabeche y tacos de lengua de ternera.
Pero lo que no verás son mujeres.
El Mirador, una reliquia del pasado machista de gran parte del país, se niega cortésmente a atenderlas. El baño tiene sólo un urinario y un lavabo.
Por lo tanto, pudo haber sido una sorpresa para algunos cuando el partido PAN de México decidió nombrar a Josefina Vázquez Mota, una mujer, para la presidencia, la primera vez que una mujer ha sido nombrada por un partido importante de México.
Al aceptar su nombramiento, Vázquez Mota, funcionaria del Gobierno desde hace mucho tiempo, ha dicho, "seré la primera mujer presidente de la historia de México".
Incluso aunque no sean bienvenidas en la cantina de El Mirador, las mujeres están haciendo incursiones notables en otras áreas de la vida política mexicana.
Con la posibilidad real de que México pueda unirse a los países latinoamericanos como Argentina, Brasil y Chile al elegir a una mujer para el más alto cargo, su nombramiento marca una erosión lenta pero constante de la cultura machista de gran parte de México, una forma de vida que subsiste en el escalón más alto del mundo de los negocios de México.
"En la década de 1950todas las cantinas de la ciudad de México eran sólo para hombres. Es la cultura del machismo incrustado", dice Ramón Peña-Franco, un ex analista de medios de comunicación que trabajó para el líder actual de México, Felipe Calderón.
Los hombres se reunían en las cantinas a beber y jugar al dominó, mientras que las mujeres se quedaban en casa.
Si bien la prohibición de las mujeres no se indica explícitamente, se aplica a través de las súplicas de cortesía de los camareros que explican la "tradición". Una mujer en la cantina de los hombres lo único que haría sería "hacer que los demás invitados se sintiesen incómodos", dice el gerente de Mirador.
Más que en EEUU o el Reino Unido, el escenario principal del campo de los negocios en México sigue estando dominado por los hombres. Sin embargo, más mujeres han comenzado a trabajar en finanzas, tecnologías de información, medios de comunicación y sector industrial.
México también ha visto un creciente número de gobernadores femeninos y miembros del gabinete en el sector público.
Y poco a poco, las viejas costumbres sociales están empezando a evolucionar.
En 2006, muchos estados mexicanos actualizaron el lenguaje utilizado en las ceremonias de matrimonio, eliminando los votos que pedían a los esposos que "tratasen con magnanimidad y generosa benevolencia que el fuerte le debe a los débiles" y pedían a las mujeres que "guardasen obediencia a su esposo (y) evitasen despertar la parte más dura e irritable de su carácter".
Mónica Morales, una analista financiera que se casó en Ciudad de Mexico en 2011, explicó que el lenguaje tradicional que se ha utilizado históricamente en los procesos nupciales es demasiado "macho".
"Ahora, ni siquiera mi abuela lo apoyaría", dice.
"Incluso mis amigos que se decantan por las bodas más tradicionales no lo utilizarían", añade.
Algunos ámbitos de la vida pública también están evolucionando.
Una reforma electoral promulgada en 2002 exige que los principales partidos seleccionen a los candidatos de sexo femenino para al menos el 30 por ciento de los escaños que ellos consigan en el Congreso de ese país. En 2003, la primera elección bajo las nuevas reglas, las candidatas consiguieron un 23 por ciento de los escaños.
Ahora, las mujeres ocupan el 30 por ciento de los escaños en el Congreso de México, en comparación con sólo el 17 por ciento en los EEUU.
Sin embargo, a pesar de los recientes progresos en el ámbito político, las mujeres aún no han penetrado en los más altos niveles del mundo corporativo de México.
A diferencia de en el Congreso de México, muy pocos escaños en las salas de juntas de las compañías del país están ocupados por mujeres. Sólo una de las 20 mejores y mayores empresas de México que cotizan en bolsa ha nombrado a una mujer para el consejo. Ninguna de las mayores compañías de Mexico tiene un CEO que sea una mujer.
Cuando se trata de mujeres de negocios líderes en México, Ramón señala a "la propietaria del Grupo Modelo, María Asunción Aramburuzabala. Ella es la mujer más rica de México".
"Aparte de eso... Creo que no recuerdo más", señala.
En julio, los mexicanos votarán para reemplazar a Felipe Calderón, cuyo mandato de seis años se ha visto afectado por la violencia de una guerra de cinco años contra los cárteles de la droga.
Muchos votantes están listos para un cambio.
"Se trata de una nominación histórica, tiene el potencial de cambiar la dinámica de la carrera presidencial", explica Shannon O'Neil, un experto en México del Consejo de Relaciones Exteriores, un centro de pensamiento (think-tank) de Nueva York.
Aún no está claro si Vázquez Mota, quien ha sido secretaria de desarrollo social, y más tarde de educación, podrá convencer a los votantes de su elección.
El principal rival de Vázquez Mota en la carrera hacia Los Pinos, la oficina del presidente, es Enrique Peña Nieto, el candidato del Partido Revolucionario Institucional, o PRI.
El partido que gobernó a México como una autocracia de facto durante siete décadas hasta que fue derrocado de la presidencia por un candidato del PAN en el año 2000, está realizando también una intensa campaña.
Peña Nieto es actualmente líder en las encuestas y la mayoría de los analistas consideran que es el favorito.
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