La Comisión Europea discutirá la creación de un nuevo cuerpo de policía de fronteras

La Comisión Europea propondrá la creación de una Agencia Europea de Fronteras y Guardacostas para proteger la frontera exterior de la Unión. Una iniciativa que no está exenta de polémica porque el despliegue se podría ordenar sin la apobración de los Estados Miembros

La nueva fuerza contará con hasta 1.500 agentes nuevos que puedan desplegarse en cuestión de días. Es una propuesta que se va a presentar hoy en Estrasburgo, que cuenta con el aval de Francia y Alemania.Planes para una guardia europea de fronteras permanente – debate en el #PlenoPEhttps://t.co/gXcWCDI8ML#FRONTEXpic.twitter.com/qu9E4KTtk9— Parlamento Europeo (@PE_Espana) diciembre 15, 2015

Durante la presentación de este proyecto, el comisario europeo de migración Frans Timmermans señaló que la fuerza "mejorará la seguridad de nuestros ciudadanos y garantizará un alto estándar en la gestión de las fronteras".

La puesta en marcha de esta fuerza responde, principalmente, a la inoperancia de algunos países para controlar su frontera: "No podemos excluir que pueda haber una situación excepcional en la que un Estado miembro sea incapaz, no importa por cual razón, de gestionar una situación solo".

El cambio responde a las críticas expresadas por varios países contra la gestión de las fronteras externas de Grecia, por donde más de 760.000 migrantes clandestinos entraron a la UE en lo que va de año. Atenas solo puso en marcha el sistema Frontex hace dos semanas, más de seis meses después del inicio de la crisis migratoria, y bajo la amenaza de sus socios de suspender su participación en el espacio Schengen. "Es esencial restaurar la credibilidad de nuestro sistema de gestión de fronteras", justificó.

Casi un millón de refugiados y migrantes cruzaron las fronteras de la UE en 2015, la mayoría huyendo de la guerra en Siria y aspirando a llegar a Alemania o los países del norte del bloque.

Pero esta llegada masiva saturó las capacidades de acogida de numerosos países por los que varios, como Alemania, Austria o Suecia, decidieron restablecer los controles de las fronteras interiores, poniendo así en peligro la existencia del espacio sin fronteras de Schengen.