La división marca en Túnez el tercer aniversario de la Primavera Árabe

  • Desencantados y divididos por la profunda crisis política y económica, los tunecinos rememorarán mañana el tercer aniversario de la "Revolución" que estalló cuando el joven comerciante Mohamed Buazizi se roció de gasolina y se prendió fuego en protesta por los abusos del régimen, en la empobrecida ciudad de Sidi Buzid.

Miguel Albarracín

Túnez, 16 dic.- Desencantados y divididos por la profunda crisis política y económica, los tunecinos rememorarán mañana el tercer aniversario de la "Revolución" que estalló cuando el joven comerciante Mohamed Buazizi se roció de gasolina y se prendió fuego en protesta por los abusos del régimen, en la empobrecida ciudad de Sidi Buzid.

Según afirmaron a Efe fuentes sindicales de esta localidad del interior, el tercer aniversario contará con dos conmemoraciones paralelas: una organizada por la sección local del sindicato Unión General de los Trabajadores Tunecinos (UGTT) y otra, por las autoridades gubernamentales.

El sindicalista Abdesalam Hiduri aseguró a Efe que la UGTT prevé, además, convocar una manifestación en la plaza que lleva el nombre del "mártir" Mohamed Buazizi, así como una "ocupación" con tiendas de campaña de esta plaza de Sidi Buzid, capital de la castigada provincia del mismo nombre.

Hiduri explicó que la protesta ha sido organizada contra la "carestía de la vida, el desequilibrio regional y contra la nueva Ley de Finanzas 2014" que, según en su opinión "empeorará la calidad de vida de los tunecinos de todas las clases sociales".

Por su parte, el Gobierno anunció la visita a la ciudad de los tres presidentes del país, el jefe del Estado, Moncef Marzuki, el de la Asamblea Nacional Constituyente, Mustafá Ben Yafaar, y el del Gobierno, Alí Laridi.

Todos quieren conmemorar la desesperada acción protagonizada por el joven tunecino Buaziz, que desató una oleada de protestas por todo el país que forzó la huida del dictador Zin El Abidín Ben Alí a Arabia Saudí el 14 de enero 2011, y encendió la mecha de la esperanza en otros países árabes ávidos de democracia.

Durante la ceremonia de conmemoración celebrada el año pasado, Marzuki y Ben Yafaar fueron apedreados por parte de los asistentes, y se vieron obligados a interrumpir sus discursos y a regresar a la capital.

Según Hiduri, tres años después de que se encendiera la chispa que desató la conocida como Primavera Árabe, "las condiciones de vida han empeorado en toda la región y el índice del paro se ha disparado".

"Hay 60.000 jóvenes parados de los cuales 7.000 no tienen ninguna calificación y 1.800 son diplomados universitarios, con lo que la media de desempleo que a nivel nacional es de un 15%, en Sidi Buzid alcanza el 25%", subrayó el sindicalista.

Para Hiduri, "el mismo panorama desolador" se repite en las regiones donde primero prendió la mecha de la "Revolución" como Gafsa, Kaserín o El Kef.

La responsable de derechos humanos de la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos, Jadiya Sharif, criticó en declaraciones a Efe la política del partido islamista Al Nahda, que se impuso en los comicios de octubre de 2011.

Para esta socióloga, Al Nahda, "tras acceder al poder de manera democrática, ha utilizado los mismos malos métodos que el antiguo régimen con el objetivo de cambiar la sociedad e islamizarla a ritmo acelerado".

Según Sharif, debido a esto "la población no solo vive peor, sino que además, con la  nueva amenaza de los grupos de extremistas religiosos y yihadistas, vive atemorizada".

Esta activista de los derechos humanos denunció también que existen en el país alrededor de 700 guarderías en las que, contrariamente a la ley, separan a niños y niñas, así como medio millar de mezquitas que escapan del control del Estado y están en manos de radicales islámicos.

"La adopción del yihadismo por los jóvenes o el hecho de que las adolescentes puedan asistir a los institutos de enseñanza secundaria cubiertas totalmente con el nikab es tan triste como el hecho de que la violencia política se cobrara este año la vida de dos diputados de izquierdas", añadió la socióloga.

Sharif se refería a los asesinatos de Chukri Bel Aid, el 6 de febrero, y de Mohamed al Brahmi, el 25 de julio, que provocaron una abrupta ruptura entre el Gobierno y la oposición.

Una herida que sólo el pasado sábado comenzó a mostrar los primeros signos de cicatrización con la elección del actual ministro de Industria, Mehdi Yumaa, como candidato de consenso para la formación de un nuevo gobierno de tecnócratas.

"La sociedad civil después de tanto esfuerzo por alcanzar la democracia está deprimida y cansada", sentenció la socióloga para quien "la bipolarización del país sobrepasa la política y alcanza ya todos los ámbitos".

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