La guerra en Libia amenaza con disparar la emigración desde el sur de Túnez

  • Ben Guerdan (Túnez).- La guerra civil en Libia amenaza con disparar la emigración a Europa desde el sur de Túnez, que vivía del comercio con el vecino país y donde el cierre de la frontera común ha dejado sin trabajo a decenas de miles de personas.

La guerra en Libia amenaza con disparar la emigración desde el sur de Túnez
La guerra en Libia amenaza con disparar la emigración desde el sur de Túnez

Ben Guerdan (Túnez).- La guerra civil en Libia amenaza con disparar la emigración a Europa desde el sur de Túnez, que vivía del comercio con el vecino país y donde el cierre de la frontera común ha dejado sin trabajo a decenas de miles de personas.

A esos candidatos a la emigración clandestina se suman los, al menos, 50.000 tunecinos que trabajaban en Libia, que en su mayoría proceden del sur de Túnez y a quienes la guerra en el país limítrofe ha obligado a regresar como refugiados a su región de origen.

Según dijo a Efe el experto en movimientos migratorios y catedrático de sociología Mehmid Mabrouk, "el 75 por ciento de los tunecinos que han perdido su trabajo en Libia son oriundos del sur de Tunez, de ciudades como Gabes, Tataouín, Sidi Bouzid, Kaserín".

Responsable de una comisión creada por la Liga Tunecina de Derechos Humanos para investigar el fenómeno de la emigración masiva que desde hace un mes se dirige hacia la isla italiana de Lampedusa, Mabrouk predijo que "la situación en Libia incrementará ese flujo".

"En los tres últimos días otras 2.000 personas se han dirigido a Lampedusa, a donde ya habían llegado 5.000 tunecinos en anteriores oleadas que como la actual habían partido en embarcaciones desde los principales puertos de la región, Zarzís, Gabes y Sfax", apuntó.

Precisó que los precios para un pasaje en esas embarcaciones clandestinas varían entre los 2.000 y 3.000 dinares tunecinos -entre 1.000 y 2.000 euros-, y que quienes pagan ese dinero lo hacen únicamente para sobrevivir, no por razones de carácter político.

"Habrá más oleadas por la guerra en Libia", insistió el experto.

El impacto económico y social por la guerra civil que se libra en territorio libio tiene su mejor reflejo en Ben Guerdan, una ciudad de 60.000 habitantes, a treinta kilómetros de Libia y donde las autoridades locales califican la situación de "desastrosa".

"Aquí, el 80 por ciento por ciento de la población vivía del comercio con Libia, de ir al país vecino a comprar todo tipo de productos para venderlos luego aquí", explicó a Efe el jefe del Servicio de Presupuesto y Contabilidad de la Comuna, Mustafa Temtem.

"Desde que el Gobierno libio ha cerrado la frontera toda esa gente se han quedado sin medio de subsistencia", agregó Tentem, que reveló que esa economía comercial subterránea atenuaba el índice oficial de paro, que antes de la guerra alcanzaba el 60 por ciento.

"Sin poder recurrir ni a la economía comercial subterránea, el índice real de paro es ahora imposible de calcular", dijo.

Uno de los candidatos a emigrar a Europa, el joven Lamjed Fedil, de 31 años, afirmó que todas las manufacturas que se venden en Ben Guerdan, desde electrodomésticos a chocolatinas, "venían de Libia y con el cierre de la frontera su precio, además, ha subido".

"Lo peor es la gasolina, que venía también de Libia y que en quince días casi ha duplicado su precio. Antes de la guerra, el bidón de 20 litros costaba 15 dinares (7,5 euros), hoy no lo encuentras por menos de 27 dinares (13,5 euros)", aseguró.

"Eso, hoy, ¿quién sabe lo que costará mañana?", agregó.

"La verdad es que prácticamente todos queremos emigrar, casi nadie quiere quedarse aquí, en particular los jóvenes", confesó Fedil, que hace dos años terminó la carrera de Informática en la Universidad de Sfax y desde entonces permanece en paro.

El título de informático de Fedil es un signo de progreso familiar que, sin embargo, no le garantiza ningún futuro.

Fedil pertenece a la primera generación de su familia que accede a estudios universitarios; "mis abuelos y mis padres fueron agricultores, se limitaban a labrar la tierra", comenta, antes de recordar que "era gente sencilla pero tenía trabajo".

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