Aung San Suu Kyi será liberada. Las autoridades de Myanmar (la antigua Birmania) ya han firmado la orden para poner en libertad a Suu Kyi, que lleva 15 de los últimos 21 años viviendo bajo arresto domiciliario sin haber cometido delito alguno más allá de ganar ampliamente unas elecciones que fueron invalidadas por los militares.
Además, las autoridades han concedido el visado de entrada en el país a Kim Aris, hijo menor de la líder opositora, para viajar a Rangún para recibir a su madre junto a centenares de seguidores, que se están reuniendo a la espera de a liberación, según el periódico disidente Irrawaddy. El mismo visado había sido denegado reiteradamente durante los últimos años.
Hoy se cumplía su condena de arresto domiciliario, pero no había ninguna seguridad de que la Junta Militar la liberase. De hecho, ha pasado 15 de los últimos 21 años retenida en distintas etapas. Desde monjes budistas a madres con niños la esperan
Cientos de seguidores de Aung San Suu Kyi esperan hoy en la sede del partido de la Nobel de la Paz, la Liga Nacional por la Democracia (LND), en Rangún a que liberen a la líder opositora y se persone allí."Suu Kyi mantendrá una conferencia de prensa en la sede del partido cuando sea liberada", confirmó el abogado de la opositora y portavoz de la formación, Nyan Win.
La mayoría de los partidarios viste camisetas con el lema impreso: "We stand with Aung San Suu Kyi" (Estamos con Aung San Suu Kyi), en las que no aparecen las siglas LND porque la ley prohíbe publicitar partidos que no están registrados. Entre la multitud hay madres con niños y monjes budistas, además de personas mayores y jóvenes.Muchos de ellos llevan fotos de su ídolo, informa Efe.
Agentes vestidos de paisanos provistos de radioteléfonos y cámaras de vídeo supervisan la situación y graban a todo aquel que pasa frente al objetivo.La seguridad en torno a la vivienda de la Nobel de la Paz de 1991, en el número 54 de la Avenida de la Universidad, también ha sido reforzada.
Quince años detenida
Con el visado a Kim Aris y la puesta en libertad de la reconocida activista se pondrá fin a una separación de diez años, ya que Suu Kyi declinó la invitación al exilio que le hicieron los militares para seguir viviendo en su país como presa política.
La lucha de Suu Kyi le ha valido el Premio Nobel de la Paz así como los premios Sajarov del Parlamento Europeo (1990), Rafto de Derechos Humanos (1990) y la Medalla de la Libertad que otorga el presidente de Estados Unidos (2000).
La opositora, que ahora tiene 65 años, tampoco pudo despedirse de su marido, que murió en 1999 de un cáncer a miles de kilómetros de distancia, en Londres.
La pacifista ha vivido 15 de los últimos 21 años confinada en su casa por pedir reformas democráticas a un régimen militar que gobierna el país sin interrupción desde 1962.
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