Las afganas salen a la calle para pedir más presencia femenina en el gobierno

Las afganas salieron a la calle este martes con un objetivo: más mujeres en el gobierno. Decenas de activistas del país han protestado para manifestarse contra el presidentedel país,Ashraf Ghani, que durante su campaña electoral prometió más presencia femenina en el gabinete y parece tener dificultades para cumplir con su palabra: un duro proceso postelectoral ha comenzado a aguar las esperanzas del dirigente. Más de 100 días después de las elecciones, el trabajoso proceso de composición de gobierno (el presidente no tiene mayoría) continúa su renqueante marcha.

Las activistas concentradas delante del ministerio de asuntos de las mujeres, no obstante, insisten;quieren que cumpla sus promesas: cuatro mujeres ministras, por lo menos, que fue lo que anunció en plena campaña electoral. Algo que no parece poder llevar a cabo, de momento. Cuando anunció los puestos ministeriales, junto a su jefe ejecutivo Abdullah Abdullah, sólo aparecían los rostros de tres mujeres en el 'lineup'. Después de ser sometidas a voto del parlamento la semana pasada, las tres fueron descartadas.

De las tres candidatas presentadas por el nuevo gobierno, una de ellas,Najiba Ayubi -destacada periodista-fue descartada antes del voto por dudas con su título universitario, una segunda, Ai Sultan Khairi,fue rechazada por el parlamento después de ser acusada de falsificar sus documentos de identidad, al tener doble nacionalidady la tercera,Khatera Afghan, fue vetada con el mayor número de votos en contra de todos los nominados. Las activistas denuncian que Ghani presentó candidatas con 'defectos' a propósito para que fueran rechazadas.

Ahora, el dirigente tiene un plazo para presentar su nuevo equipo, y las activistas quieren presionar para que presente a más féminas entre los 17 nombres que deberá anunciar. El país tiene 25 ministerios y en primera ronda, tras tres meses de negociaciones, el presidente sólo consiguió 8 aprobaciones en el parlamento. Durante su investidura, el ahora presidente enfatizó como una de sus prioridades una mayorpresencia femenina en la política del país, poniendo como ejemplo a su mujer, Rula Ghani, a quien no sólo dedicó palabras de cariño como madre, hermana y mujer, sino que habló de ella como alguien con influencia política.

Las mujeres no son las únicas afectadas por las promesas, parece que incumplibles, de Ghani: también aseguró que su ejecutivo estaría formado por minorías étnicas, pero la dura realidad de la política afgana ha echado un cubo de agua fría sobre sus ilusiones. "Ghani no cumplió sus promesas. Sus ambiciosas declaraciones no nos están llevando a ningún lado", aseguran las activistas.

La proporción de mujeres en el parlamento afgano era hasta el año pasado de un 28%, según datos del Banco Mundial, mayor que los porcentajes de Reino Unido (un 23%) y Estados Unidos (un 18%).Las tres rechazadas: Kathera Afghan, Najiba Ayubi y Ai Sultan Khairi

Una de las mujeres afganas más prominentes dentro del panorama político del país, Najiba Ayubi era la favorita de las activistas y es una de las periodistas más destacadas de la nación, además de ser una prominente defensora de los derechos de la mujer. Nacida en 1968, estudió Literatura Dari y ha dedicado su vida al periodismo y a la defensa de los derechos humanos. Ha trabajado para, entre otros, la ONG Save The Children, y ahora es jefa de Killid, un importante medio de comunicación afgano: lleva el control de ocho estaciones de radio locales y dos revistas nacionales. Se le había otorgado la cartera de Asuntos de la Mujer.

Kathera Afghan es procedente de la familia Wasefi de la tribu Pashtun Alekozai y es descendiente de políticos: el anciano de su tribu, Azizullah Wasefi, fue ministro en la década de los 70. Actualmente Afghan trabaja en la oficina de Unicef de Kabul, según medios locales. Ghani le había asignado la cartera de Educación Superior.

Ai Sultan Khairi es académica en la Universidad de Kabul y en el pasado trabajó como jefa del departamento de asuntos sociales y de empleo en Balkh durante los 90, antes de que tomaran el poder los talibanes. Durante el tiempo de poder de los talibanes, huyó a Pakistán, donde dirigió una escuela. Khairi procede de una antigua familia uzbeka de la ciudad de Faryab y también, al igual que Afghan, desciende de políticos: su abuelo, Amir Delawar, gobernó su propia administración local y fue asesinado, supuestamente, por el rey Abdul Rahman Khan. Entre sus familiares políticos hay de poetas: Nazar Muhammad Nawa es su tío y también fue elegido al parlamento.

Su padre, Abul Khair, fue senador y fundador de un partido político, Unión y Progreso. Durante el gobierno de Zaher Shah la familia tuvo que huir al tomar el gobierno sus posesiones. El hermano de Khairi es un intelectual bastante conocido en las esferas políticas afganas y exjefe de la televisión Ayna TV. A Khairi se le había encargado la cartera de Información y Comunicación.El gobierno afgano, atascado

Con el rechazo casi mayoritario de sus ministros, que había propuesto tras más de 100 días de discusiones y acuerdos, el presidente Ghani continúa atascado. El fracaso a la hora de formar gobierno, el parlamento sólo aceptó 8 de 25 ministros propuestos, y uno de dos secretarios, ha provocado temores a una mayor estabilidad en el país. La nación había comenzado a ver la luz al final del túnel de caos, pero ahora es poco claro cuánto va a durar la situación de bloqueo y las esperanzas de una transición definitiva quedan, de momento, en un impasse. Un impasse con cuenta atrás: en marzo cierra el parlamento por descanso invernal y llega el caos: en la primavera se espera una ofensiva talibán.