Las tres contrapropuestas de los 'díscolos' socialistas a los recortes de Valls

El nuevo primer ministro del Gobierno francés, Manuel Valls, ha empezado con mal pie su andadura en Matignon. Su llegada al cargo se ha producido en uno de los peores momentos para su partido, que hace unas semanas sufrió una debacle electoral en la segunda vuelta de las municipales; y para el propio François Hollande, que ha asumido que la bajada del paro sólo se producirá si se ejecuta un drástico plan de ajustes.

Las propuestas del primer ministro, decidido a reducir el déficit público en 28.000 millones de euros y el gasto público en 50.000 millones en los dos próximos años recortando las pensiones y los subsidios sociales y congelando el sueldo de los funcionarios, no han gustado en el ala más izquierdista del partido, que se ha levantado en armas contra un plan que, en su opinión, va"en contra de la recuperación económica y el empleo".

Sus movimientos ya se anticiparon a comienzos de este mes, cuando 90 diputados del partido publicaron un manifiesto titulado 'Las condiciones de la confianza', en el que defendían medidas a favor de los pensionistas y de las rentas más bajas.

Ayer se les sumaron once parlamentarios más, adscritos a la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, que presentaron sus propuestas encabezados por Karine Berger.

"El poder adquisitivo de los franceses ya se ha visto afectado por los esfuerzos presupuestarios, no es posible pedirles más", dijeron los firmantes, preocupados por la situación de los hogares con rentas medias y bajas.

El plan de Valls es financiar el llamado "pacto de responsabilidad" para reducir las cotizaciones sociales que pagan las empresas y mejorar su competitividad con los recortes a las prestaciones. Este martes, el primer ministro se reunirá con los diputados de la mayoría para intercambiar impresiones sobre sus propuestas, pero según avanza Le Figaro, no está dispuesto a hacer "grandes concesiones".

Estas son las tres alternativas, reveladas por 'Le Monde', que los 'díscolos' han propuesto al presidente del grupo socialista en la Asamblea Nacional, Bruno Leroux, y a la nueva ponente general de Presupuestos, Valérie Rabault. En los diferentes escenarios, dicen, se mantendría la reducción del déficit propuesta por el primer ministro:Retrasar las rebajas de las cargas sociales a las grandes empresas a 2016 para conservar las prestaciones sociales durante el año que viene, que se podrían financiar con los 3.000 millones de euros recaudados. Esta propuesta también incluye aumentar el sueldo de los funcionarios en medio punto. La rebaja de las cotizaciones sólo se aplicaría a partir de 2015 a pequeñas y medianas empresas.Que la bajada de impuestos a las empresas sea de 33.000 y no de 38.000 millones. Así podría incrementarse en un punto la paga de los funcionarios y que los recortes sociales no 'apretaran' tanto.No hacer ningún tipo de rebaja fiscal a las compañías, lo que aumentaría en hasta un 1% el sueldo de los empleados públicos.

Le convenzan o no las alternativas, Valls tendrá que lidiar con este ala de su partido en el hemiciclo el próximo 29 de abril, cuando intentará sacar adelante su 'recortazo' sin quedarse con el apoyo de los suyos, ya de por sí 'tocados' tras la salida de los ecologistas del Ejecutivo francés.