Los líderes socialistas se postulan para cambiar la Europa de la austeridad

  • Los primeros ministros de Francia, Manuel Valls; de Italia, Matteo Renzi, y los líderes socialistas español, Pedro Sánchez; alemán, Achim Post, y holandés, Diederik Samson, abogaron hoy por una izquierda europea unida para acabar con la política de austeridad.

Cristina Cabrejas

Bolonia (Italia), 7 sep.- Los primeros ministros de Francia, Manuel Valls; de Italia, Matteo Renzi, y los líderes socialistas español, Pedro Sánchez; alemán, Achim Post, y holandés, Diederik Samson, abogaron hoy por una izquierda europea unida para acabar con la política de austeridad.

La ocasión fue la Festa dell'Unità en Bolonia (norte de Italia), organizada por el Partido Demócrata (PD) de Renzi, que junto con la que será la nueva jefa de la diplomacia de la Unión Europea, la italiana Federica Mogherini, presentaron a los invitados europeos.

El primero en intervenir fue el alemán Post, quien aseguró que sólo los partidos de izquierda, si "trabajan juntos", podrán ganar y conseguir la "flexibilidad" que necesitan los países para crecer.

Mientras que el holandés Samson también instó a los partidos socialistas a colaborar para crear una Europa que cree prosperidad y empleo.

Renzi presentó al líder del PSOE, Pedro Sánchez, como el que "será el nuevo presidente del Gobierno" español.

Y este, en un discurso pronunciado en italiano, aseguró que "la lucha contra la desigualdad, la avaricia y la injusticia se ganará sólo uniendo las fuerzas (de la izquierda) en la Unión Europea".

Respecto a las políticas de austeridad, Sánchez exclamo: "Basta, estamos hartos de estas personas que no han sido nunca austeras en sus vidas, pero dicen que lo sean los que siempre lo hemos sido".

"Estamos hartos de que nos digan que tenemos que hacer más esfuerzos cuando los hemos hecho toda la vida. No se puede construir una Europa contra los europeos, y estamos seguros que hay otra manera de hacer las cosas", añadió.

Para Sánchez es necesario "detener a la Europa de la derecha, antes de que ésta acabe con la Europa de todos", y aseguró que "se necesita un nuevo pacto europeo para la competitividad, el trabajo y la cohesión social".

El político español comenzó su intervención explicando que las formaciones socialistas y socialdemócratas tienen que celebrar "la fuerza de nuestra lucha por la libertad, la igualdad y la justicia social en Europa".

Entonces aseguró: "Haremos en España lo que ya habéis comenzado a hacer aquí. Recuperaremos el futuro de los españoles, dejando la derecha sin futuro".

Para concluir, abogó por ser una generación que afronte la "especulación salvaje" y que "levante la bandera de la Europa ciudadana".

El francés Valls, que habló en italiano, en su discurso admitió que la crisis ha puesto a prueba los ideales de la izquierda en relación con la redistribución de la riqueza, de la justicia social y del Estado que presta asistencia.

Entonces se sumó a la petición de los otros líderes para que la izquierda europea que se "reinvente" y aseguró que tiene que "abandonar los dogmas", antes de añadir: "Necesitamos una revolución en la manera de hacer la política".

"Si queremos que nos escuchen, tenemos que estar unidos. No lo hemos estado en el pasado", aseguró el jefe del Gobierno francés.

Valls hizo un llamamiento en contra de la austeridad y dijo que hay que mantener la prioridad de crear puestos de trabajo en sectores como los de la educación o la justicia.

También aludió a la necesidad de que las familias con menos ingresos vean reducidos sus impuestos y aseguró: "Somos de izquierdas y estamos a prueba de la realidad".

El primer ministro francés, en plena caída de popularidad de su Gobierno y en mínimos de apoyos al también presidente socialista, François Hollande, no perdió la ocasión del podio de Bolonia para advertir del "golpe terrible, fatal", que significaría para su país y para Europa la eventual victoria electoral de la extrema derecha de Marine Le Pen.

"Sería un golpe terrible, fatal no solo para Francia sino para la Europa de la libertad si ganara la extrema derecha en un país fundador de la Unión Europea", dijo Valls.

Por su parte, Renzi, en la intervención que cerró el evento boloñés, insistió en la necesidad de que Europa ponga más atención al crecimiento y al desempleo y lamentó que dé la espalda en cuestiones como inmigración, que golpea especialmente a su país con la llegada de miles de inmigrantes desde el Norte de África.

Como primer logro, Renzi destacó "la importancia de que con el apoyo de los socialistas" se haya conseguido el nombramiento de Mogherini como jefa de la diplomacia europea. EFE

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