La maldición de 'La Ciudad del Dios Mono' cae sobre sus descubridores

  • Cuando los exploradores regresaron a sus países de origen, algunos de ellos tuvieron que recibir tratamiento médico aquejados por una rara enfermedad parasitaria.

    Existe una leyenda según la cual sobre la población cayó una maldición de los dioses, puesto que "fue golpeada por diversas catástrofes que obligaron a sus habitantes a abandonarla".

La maldición de 'La Ciudad del Dios Mono' cae sobre sus descubridores
La maldición de 'La Ciudad del Dios Mono' cae sobre sus descubridores
L.I.
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En 2015 un grupo de exploradores descubrió la 'Ciudad Blanca', también conocida como 'Ciudad del Dios Mono', un lugar milenario. La mítica urbe perdida fue encontrada en la impentrable selva hondureña de La Mosquita, según anunció en marzo de 2015 'National Geographic'. Los aventureros descubrieron lo que en su día fue una pirámide de tierra y otros restos y objetos pertenecientes a una misteriosa cultura que, supuestamente, existió antes de época precolombina, unos 2.500 años antes de la llegada de Cristóbal Colón a América.

Existe sobre la 'Ciudad del Dios del Mono' una leyenda según la cual sobre la población cayó una maldición de los dioses, puesto que "fue golpeada por diversas catástrofes que obligaron a sus habitantes a abandonarla, dejando sus posesiones allí", según relata 'CBS News' Douglas Preston, un escritor estadounidense que acompañó la expedición. Los aventureros no lo creyeron y pensaron que sólo era eso, una leyenda. Pero cuando los exploradores regresaron a sus países de origen, algunos de ellos tuvieron que recibir tratamiento médico aquejados por una rara enfermedad parasitaria.

La enfermedad era leishmaniosis y se la transmitió un mosquito de la zona, produciendo dolorosas úlceras cutáneas. "El parásito migra hacia la mucosa de la boca y de la nariz, devorando todo a su paso", explica Preston. "La nariz empieza a desprenderse, los labios, hasta que poco a poco uno se puede quedar con un enorme agujero en la cara", detalla.

En los meses siguientes a la expedición, cerca de la mitad de los exploradores mostraron estos síntomas, teniendo que soportar un doloroso tratamiento.

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