Con seguridad reforzada y mucha pompa, vehículos lujosos y helicópteros llegan a Irlanda del Norte para la reunión del G8. De ellos bajan los principales líderes del mundo, pero con muchos años menos.
Muy apurados, los minimandatarios se dirigen a la sala de reuniones para tratar temas de interés global. El anfitrión, el niño David Cámeron plantea la problemática del hambre y rápidamente decaen los ánimos. La canciller alemana Ángela Merkel recalca que “se trata de un gran, gran problema” mientras que el niño Barak Obama dice desanimado “suena como algo casi imposible de resolver” y el pequeño François Hollande no duda en que es un tema “demasiado complicado”. Las voces disonantes continúan y el niño Mario Monti dice “Ya lo hemos intentado antes, nunca llegamos a ninguna parte”.
Finalmente el anfitrión, David Cameron, toma la palabra y propone seguir discutiendo mientras comen. En ese momento se presenta un problema y los niños lo solucionan de forma simple e inocente.
El video, replicado por varias webs, fue publicado por la Organización no gubernamenta (ONG) Enough Food IF con el objetivo de instar a la gente para que presione a sus líderes y así poner punto final al problema del hambre.
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