Mubarak llega en ambulancia a su juicio

  • El ex presidente egipcio será juzgado por su papel en la matanza de manifestantes durante las protestas contra su régimen. La salud de Mubarak es muy delicada, lo que le ha obligado a permanecer ingresado en un hospital desde que abandonó el poder el pasado mes de febrero.
El juicio a Mubarak puede asustar gobernantes y calmar egipcios
El juicio a Mubarak puede asustar gobernantes y calmar egipcios
Lainformacion.com / Agencias

El líder caído de Egipto, Hosni Mubarak, ya está en las instalaciones de la Academia de Policía de El Cairo, donde hoy se iniciará el juicio contra él por su papel en la matanza de manifestantes. El delicado estado de salud de Mubarak, que ha permanecido ingresado en un hospital desde que abandonó el poder el pasado mes de febrero, ha obligado a que él ex presidente llegase a la sala de juicios en ambulancia.

Mubarak será procesado junto a sus dos hijos, Gamal, un antiguo banquero considerado en el pasado su sucesor, y Alaa, un empresario. A juicio también irá el ex ministro del Interior Habib al Adli y seis de sus diputados. Otro de los procesados, un hombre de negocios y de confianza del ex presidente, fue detenido en España.

La comparecencia de Mubarak es vista por los líderes de los movimientos pro democracia del resto de los países árabes como un mensaje al resto de gobernantes que deja claro que ellos también pueden tener que rendir cuentas algún día.

En la política nacional, llevar al estrado al antiguo presidente puede ayudar a aplacar las críticas contra los generales que ahora gobiernan Egipto, de los que los manifestantes sospechan que están protegiendo a su antiguo comandante.

Los egipcios acamparon en El Cairo durante más de tres semanas en julio pidiendo más rapidez en las reformas al consejo militar en el poder desde el derrocamiento de Mubarak el 11 de febrero, incluidos juicios sumarísimos contra el ex presidente y sus ayudantes por las muertes de manifestantes y corrupción.

Muchos sospechan de que los militares no quieren realmente enjuiciar a Mubarak, ingresado en el hospital de la localidad turística de Sharm el-Sheij, en el Mar Rojo. Si sale culpable, Mubarak podría enfrentarse a la pena de muerte. Pero pocos esperan ese resultado, aunque lo deseen algunos manifestantes.

"El Ejército tiene interés en el antiguo régimen. No están haciendo nada por el pueblo. Trabajaron con Mubarak. No le harán daño", asegura Safa Mohamed, de 41 años, en Suez, escenario de alguno de los peores hechos violentos en los 18 días de insurrección popular.

Sin embargo, muchos egipcios estarán encantados de verlo en el tribunal y encerrado en la jaula donde se sientan los procesados en los juicios penales en Egipto.

"El juicio de Mubarak es una lección para los candidatos a la presidencia, para que sepan el destino que aguarda a los que intentan violar la libertad del pueblo o convertirse en líderes autocráticos", dijo Essam el-Erian, un veterano miembro de la Hermandad Musulmana, que ha emergido como una fuerza política de gran influencia.

Un aviso para el resto de mandatarios

El juicio tendrá también un gran impacto en toda la región. "Es un mensaje de advertencia para todos los dirigentes árabes que usan métodos como los de Mubarak en las revueltas populares, porque si éstas triunfan correrán la misma suerte que él", dijo el analista político Mustapha al-Sayed, en clara referencia al líder libio Muamar el Gadafi y al presidente sirio Bashar el Asad, que no ha mostrado signos de renuncia.

Los estados del Golfo Pérsico también han estado observando a Egipto de cerca. Una fuente del Ejército dijo a Reuters que Arabia Saudí y otros estaban presionando discretamente al ejército sobre Mubarak, un antiguo aliado. Su juicio sienta un precedente incómodo para los autócratas árabes.

Pero en una entrevista con la televisión egipcia, el embajador saudí en El Cairo negó cualquier tipo de intervención, diciendo que los vínculos de Riad con Mubarak habían terminado el día que éste renunció al cargo y que su juicio era un tema de los egipcios.

Mubarak no es el primer líder árabe en ser juzgado desde que comenzó este año la denominada 'Primavera Árabe'. El presidente de Túnez Zine al Abidine Ben Ali fue juzgado y condenado en rebeldía porque huyó a Arabia Saudí. Mubarak se quedó en Egipto, prometiendo que moriría allí.

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