¿Por qué nadie quiere perder la ciudad de Alepo?

Alepo se ha convertido en el principal frente de la guerra en Siria donde los bombardeos se reanudaron este miércoles después de que se anunciase una tregua que solo duró unas horas. La frustración y desesperación se han apoderado de los habitantes de la que otrora fuera la segunda ciudad más importante del país.

¿Por que nadie quiere perder la ciudad? Tras el inicio de la revuelta contra el presidente Bashar al Asad, en marzo de 2011, Alepo fue escenario de manifestaciones de estudiantes rápidamente disueltas por las fuerzas de seguridad.  Poco después, en julio de 2012, los rebeldes del Ejército Sirio Libre (ESL), integrado por civiles armados y desertores, penetraron en Alepo y se apoderaron de casi la mitad de la ciudad. Entonces, el ejército sirio lanzó una ofensiva terrestre. Fue entonces cuando la excapital económica de Siria se quedó dividida en dos sectores, en en el oeste, bajo control gubernamental viven 1,2 millones de personas, y, en el este, en la zona rebeldes, residían otras 250.000, hasta hoy porque todos los civiles están tratando de abandonar la ciudad.  

Los combates se estancaron y dieron lugar a una guerra de desgaste que fue destruyendo la ciudad y su antiguo casco histórico. El ejército arrojó desde helicópteros y aviones barriles de explosivos sobre los barrios rebeldes. Por su parte, los rebeldes lanzaron cohetes hacia los barrios gubernamentales. La vida empezó a ser una pesadilla en la zona vieja.

A partir de 2015, Rusia acudió al rescate del régimen sirio, que cedía terreno ante sus adversarios, al tiempo que los yihadista ganaban posiciones y sumaban adeptos a su causa. La entrada de Moscú en el conflicto fue un punto de inflexión que permitió a Damasco reconquistar zonas controladas por los rebeldes.

Este verano los combates en Alepo se recrudecieron. El ejército cortó las vía de abastecimiento de los rebeldes y asedió los barrios insurgentes, provocando numerosas penurias y una escalada de los precios. Desde entonces, la batalla por Alepo continúa y parece que nadie está dispuesto a ceder y perder la ciudad. ¿Quiénes luchan contra Rusia?

Los distritos del este de Alepo están controlados por un abanico de grupos rebeldes, muchos de los cuales reciben apoyo de la cercana Turquía. Entre las facciones más destacadas están el grupo Frente de Levante, que lucha bajo el paraguas del Ejército Libre Sirio. Grupos yihadistas como el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria. Por otro lado, el Gobierno controla los distritos occidentales de la ciudad, incluida la antigua ciudadela, mientras que las milicias kurdas sirias, las YPG, controlan un distrito en el extremo noroeste conocido como Sheij Maqsud. Una joya arquitectónica que está siendo masacrada

Alepo, una joya arquitectónica, es una de las ciudades habitadas de forma constante más antiguas del mundo, desde al menos 4.000 años antes de Cristo, gracias a su estratégica situación entre el Mediterráneo y Mesopotamia. Especializada en la industria manufacturera, sobre todo textil, esta metrópoli fue la segunda ciudad del Imperio Otomano en el siglo XIX.

En 1979, tras un atentado contra la Academia militar de Alepo atribuido a los Hermanos Musulmanes, Damasco dio la espalda a la ciudad, cuyos comerciantes habían apoyado la revuelta de la cofradía islamista. Pero en los años 1990, la ciudad volvió a registrar una cierta prosperidad, sobre todo gracias a sus actividades comerciales e industriales.

Su ciudadela fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986. Empezó a ser edificada en el siglo X. Su construcción duró tres siglos.

Pero en julio de 2015, un sector de las murallas de la ciudadela se hundió tras la explosión de un túnel en el casco antiguo. Anteriormente, el minarete selyúcida de la mezquita de los Omeyas se había desplomado y el mercado de Alepo había quedado parcialmente destruido por las llamas.