Oxfam advierte sobre el descontrol de los militares en Afganistán

  • Un informe de la ONG llama la atención sobre las deficiencias de los cuerpos de seguridad que se están formando en Afganistán. Las ideas sobre seguridad que EEUU está desarrollando allí parecen ser buenas, pero Obama prometió comenzar a replegar sus tropas en julio y si lo hace, muchos proyectos de seguridad no terminarían de madurar.
Un informe de la ONG llama la atención sobre las deficiencias de los cuerpos de seguridad que se están formando en Afganistán.
Un informe de la ONG llama la atención sobre las deficiencias de los cuerpos de seguridad que se están formando en Afganistán.
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Jean MacKenzie, Kabul (Afganistán) | GlobalPost

Los millones de euros que se están dedicando a formar y a equipar a las Fuerzas de Seguridad Nacional Afgana (ANSF por sus siglas en inglés) pueden estar contribuyendo a crear un peligro aún mayor para los civiles en Afganistán, según un informe difundido por Oxfam.

El estudio, titulado 'Sin tiempo que perder', subraya los peligros que suponen para la paz y la seguridad en Afganistán los miles de escasamente formados, mal supervisados y a menudo poco responsables soldados del Ejército, agentes de Policía y miembros de la milicias que están siendo entrenados por las tropas internacionales.

El año pasado fue el más violento hasta ahora en una guerra que alcanza ya su décimo año. En 2010, según las cifras oficiales, murieron 2.777 civiles en Afganistán, el mayor número desde 2001.

"Al menos un 10 por ciento de los civiles afganos muertos en el conflicto en 2010 murieron a manos de sus propias fuerzas de seguridad", señala el informe.

Según los acuerdos alcanzados en la Conferencia de Lisboa en noviembre, se supone que los afganos asumirán el control total de su propia seguridad en 2014.

El renovado énfasis en las fuerzas de seguridad afganas está relacionado con el deseo de muchos países miembros de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés) de apartarse de lo que está comenzando a convertirse en una guerra impopular.

La muerte de Osama Bin Laden ha dado un impulso a la valoración de esta guerra por parte del público estadounidense. Mientras que dos tercios de los encuestados recientemente decían que no valía la pena luchar en la guerra de Afganistán, un nuevo estudio realizado justo después del asalto a la mansión de Bin Laden demuestra que más de la mitad de los que han respondido tienen una opinión positiva sobre la participación de EEUU en la contienda.

Con un año electoral al a vista y el presidente Barack Obama presionado para cumplir su promesa de 2009 de comenzar a retirar sus tropas en julio de este año de Afganistán, la mirada de EEUU se vuelve ahora hacia el aumento de efectivos y capacidades de las ANSF.

La prisa con la que se está actuando está entorpeciendo sin embargo el desarrollo global de las fuerzas afganas en su conjunto, según indica el informe de Oxfam.

En ningún otro lugar es tan patente esta situación como en la Policía Local Afgana (PLA), un proyecto de las Fuerzas Especiales de EEUU que pretende formar a ciudadanos corrientes para luchar contra la insurgencia y proteger sus comunidades. La PLA ha recibido todo tipo de elogios por parte del Ejército de EEUU, y se considera que ha generado "burbujas de seguridad" en varias localidades.

La teoría es que los miembros de esta policía serán propuestos o vetados por los consejos locales o suras, formados por los ancianos del lugar. Cualquier problema con la PLA también será dilucidado por la sura, que se encargará de la disciplina y supervisión de este cuerpo.

Pero en muchos casos esto es poco realista, asegura Lawrence Devlin, del Peace Training and Research Organization, encargado de realizar gran parte del trabajo de campo para el informe. "Hace falta una sura muy fuerte para enfrentarse a hombres armados", asegura.

La PLA opera teóricamente bajo el control del Ministerio del Interior, que se supone que tiene que hacer que en el proyecto impere la responsabilidad y la disciplina.

Pero en realidad esto no está sucediendo, aseguran los autores del informe.

"Si se aplica toda la teoría, tener a la PLA bajo el Ministerio del Interior debería de mejorar la responsabilidad", dice Rebecca Barber, asesora de Oxfam y principal autora del informe. "Pero en realidad tienen un entrenamiento deficiente. Hay enormes problemas con la PLA".

"Hemos pedido a los militares sus datos sobre la PLA ", explica. "Pero no hemos recibido una respuesta satisfactoria. Reclamamos una evaluación independiente, y que se realice un informe. Esto necesita una solución antes de que se extienda".

Estos datos no reflejan avances en la PLA , pero Oxfam sí deja entrever que esta fuerza de seguridad está atravesando un momento clave, y que no puede ser abandonada.

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