Palestina quiere integrar una comunidad internacional que le "ha fallado"

  • Un año después de fracasar en su intento de ser reconocido por la ONU como Estado miembro de pleno derecho, Palestina apuesta ahora por convertirse en Estado observador no miembro del organismo internacional, ante la parálisis del proceso de paz.

Virginia Hebrero

Redacción Internacional, 16 oct.- Un año después de fracasar en su intento de ser reconocido por la ONU como Estado miembro de pleno derecho, Palestina apuesta ahora por convertirse en Estado observador no miembro del organismo internacional, ante la parálisis del proceso de paz.

Si en aquella ocasión, la oposición de Estados Unidos bloqueó cualquier posibilidad de éxito en el Consejo de Seguridad, los palestinos apelarán ahora a la Asamblea General para conseguir ese reconocimiento no pleno pero que "nos dará nuevas oportunidades", según el ministro de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Riad Malki.

"Necesitamos una mayoría simple, y esa la tenemos tradicionalmente. Si se votara hoy, ganaríamos. Pero buscamos una mayoría más amplia y también de mayor calidad", afirmó el ministro, en una entrevista con Efe realizada esta semana en Ramala.

De cara a la presentación de la solicitud oficial que sería a finales del mes próximo, después de las elecciones estadounidenses, las autoridades palestinas están intensificando sus consultas para recabar apoyos, entre ellos de la Unión Europea, un voto al que otorgan gran importancia.

"Estamos consultando con los 27 de forma individual y, aunque ellos siempre prefieren una posición colectiva, vemos que hay tres grupos en la UE", afirma el ministro de Exteriores.

Y cita "los que son contrarios a cualquier resolución en favor de la entrada de Palestina, los que votarían a favor y tratarán de empujar a otros a hacerlo, y aquellos cuyo voto dependerá del lenguaje de la resolución".

En ese sentido, Malki asegura que "vamos a trabajar con la UE para tratar de superar cualquier objeción, para que no pueda haber ninguna excusa".

El mismo objetivo buscará la ANP cuando visite Ramala la próxima semana la alta representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton.

Para los palestinos, no hay otra forma de avanzar en el reconocimiento de sus derechos que lograr ese estatuto de observador en la ONU, dada la parálisis de las negociaciones de paz y el escaso interés que ven en la comunidad internacional para que Israel frene la colonización en Cisjordania.

"La comunidad internacional nos ha fallado totalmente y debe sentirse responsable por dejar persistir la situación tanto tiempo. Nadie tiene la capacidad o el interés por hacer algo para que Israel deje de violar la legalidad internacional, y lo máximo que escuchamos son declaraciones de condena", declara un apesadumbrado Malki.

Gran parte de esa responsabilidad se la achacan a Europa que -afirma el ministro- no ha sabido o no ha querido aprovechar el vacío dejado por Washington, reacio a presentar cualquier iniciativa propia.

"EEUU dejó el campo libre a la UE para que mostrara más interés (en el conflicto) pero lamentablemente, los Veintisiete no han aprovechado esa oportunidad", señala.

Tampoco espera nada la ANP de las elecciones anticipadas que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha convocado para enero de 2013.

"Netanyahu va a ser elegido para un nuevo mandato con más fuerza para resistir cualquier presión", afirma Malki.

La necesidad de que Palestina se reintegre a la comunidad de naciones con su reconocimiento como Estado no miembro emana también de su impotencia ante el empeoramiento persistente de la situación que vive este pueblo.

Malki descarta totalmente una tercera Intifada, a pesar de la rabia colectiva que provoca en el día a día el muro construido por Israel en Cisjordania y que convierte en prisiones las ciudades palestinas.

"¿Qué nos ofrecería una tercera Intifada? Tenemos que aprender las lecciones de las dos primeras y evitar repetir los mismos errores. Sería un suicidio colectivo, porque no tenemos los medios ni la capacidad militar frente a Israel", subraya el responsable de Exteriores palestino.

Lo que sí ve factible es "una resistencia popular pacífica" como ocurre puntualmente en algunas aldeas palestinas, donde "la gente resiste a la construcción del muro" o lucha por poder trabajar sus campos.

"Estos actos atraen la solidaridad internacional, e incluso de sectores pacifistas israelíes. Nuestra única arma es la resistencia no violenta", insiste.

Malki tampoco espera en un futuro cercano la reconciliación entre los palestinos, tras fracasar el intento de formar un ejecutivo común entre Fatah, que gobierna en Cisjordania, y Hamas en la franja de Gaza.

"Hamas es la sección local de los Hermanos Musulmanes, y sus victorias en Egipto y Túnez les dieron más alas. Su planteamiento es por qué deberíamos negociar con la OLP, si tenemos el poder en Gaza", afirma el ministro.

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