Miles de personas han marchado este sábado por las calles de Rangún, la ciudad más grande de Myanmar, para protestar por el lento discurrir de una investigación sobre la violación en mayo de una niña de tres años, cuyo primer sospechoso ha sido detenido esta semana tras fuertes quejas de la familia.
La niña, apodada 'Victoria', fue violada el pasado 16 de mayo en una guardería privada de la capital, Naypyitaw. El sospechoso fue acusado el pasado jueves y trasladado a prisión el mismo día.
La protesta de este sábado, por extensión, va dirigida al Gobierno birmano. Muchos de los asistentes han criticado que las autoridades todavía siguen desestructuradas tras las elecciones de 2015, en las que la activista y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi se convirtió en la cobertura de una junta militar que controla todavía las instituciones de seguridad.
Por ello, más de 6.000 personas se han manifestado este sábado ante la sede del Departamento de Investigación Criminal de Rangún con camisetas blancas y el lema "No queremos más Victorias".
En una conferencia de prensa dada este viernes, el director general adjunto de la Policía, Aung Naing Thu, ha intentado explicar que la lentitud de la investigación se ha debido a la dificultad para hablar con la pequeña de tres años sobre la violación al encontrarse todavía convaleciente del asalto. Asimismo, la guardería ha sido clausurada al carecer de permisos en regla, según el 'Myanmar Times'.
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