Putin vuelve a ganar el pulso a Occidente, que se resiste a armar al ejército ucranio

    • Obama y Merkel han decidido una vez más sustituir las armas por más artillería retórica; pactaron darle una nueva oportunidad a la diplomacia a un Putin que no cede a sus pretensiones territoriales.

    • Esta decisión es consistente con la adoptada también este lunes por la Unión Europea, que amplió la lista de sanciones a Rusia, pero las mantiene en suspenso hasta el próximo lunes 16.

Rueda de prensa de Barack Obama y Angela Merkel en la Casa Blanca
Rueda de prensa de Barack Obama y Angela Merkel en la Casa Blanca
David Iglesias/Agencias

El mundo aguardaba con interés el resultado del encuentro en la Casa Blanca entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel. Sobre la mesa había una agenda repleta de temas complejos, entre ellos el conflicto en Ucrania, que se ha recrudecido de forma muy preocupante en las últimas semanas.

Lejos queda el alto el fuego pactado en Minsk por ambas partes hace unos cuantos meses. En vista de que ese acuerdo está olvidado de facto, de que la situación no mejora y de que Rusia si no apoya abiertamentemente a los rebeldes -como todo el mundo da por descontado- no los combate, se esperaba una gran declaración de Occidente en la que se dejaran las buenas palabras de lado y se adoptara una postura más contundente. Concretamente se especulaba con que Estados Unidos podrían armar al ejército ucraniano.

Sin embargo, ambos líderes decidieron sustituir las armas por más artillería retórica. De nuevo optaron por darle una nueva oportunidad a la diplomacia a un Putin que no cede a sus pretensiones territoriales sobre porciones de la extinta Unión Soviética.

Tras la reunión mantenida, ambos líderes han dado una rueda de prensa en la que Obama ha afirmado que "Rusia no puede rediseñar las fronteras de Europa a la fuerza".

El presidente estadounidense ha admitido que "el envío de armas a Kiev es una de las opciones. Pero no he tomado una decisión todavía". De momento, Washington continúa apostando por la" vía diplomática" como solución a la crisis ucraniana, ha añadido, en medio de fuertes presiones para que entregue armas al Gobierno de Kiev.

Obama ha subrayado que esta decisión "no se basa en la idea de que Ucrania pueda derrotar a Rusia", sino de ver cómo Estados Unidos puede ayudar al Gobierno de Petro Poroshenko a "fortalecer sus defensas frente a la agresión separatista".

Precisamente la canciller alemana es una de las mayores detractoras al rearme del conflicto, al considerar que enviar más material bélico no equilibraría la fuerza militar entre Ucrania y los militantes prorrusos, apoyados por Rusia, y que solo contribuiría a escalar el conflicto, que deja 5.400 muertos en menos de un año.

Merkel llegaba a Estados Unidos tras unos días intensos tratando de negociar un acuerdo de paz con el presidente ruso, después de sumarse a las negociaciones sobre la crisis en Moscú la semana pasada, en colaboración con el presidente francés, Francois Hollande. Había que apostar por la diplomacia, y a tenor de lo expresado después por Obama, es claro que le convenció.

La canciller germana consideró también que abandonar el principio de la integridad territorial en el centro de la crisis de Ucrania implica una amenaza "a la paz de Europa".

"Si renunciamos al principio de la integridad territorial no estaremos en condiciones de mantener el orden y la paz en Europa", alertó Merkel en la conferencia de prensa.

Por su parte, Obama hizo hincapié en que "incluso mientras continuamos trabajando por una solución diplomática, dejamos claro que, si Rusia se mantiene en su curso actual, que es arruinar la economía rusa y perjudicar al pueblo ruso, así como tener un efecto terrible sobre Ucrania, el aislamiento de Rusia sólo empeorará tanto política como económicamente".Estrategia en sincronía con la UE

Esta decisión es consistente con la adoptada también este lunes por la Unión Europea, que amplió la lista de sanciones a Rusia, pero las mantiene en suspenso hasta el próximo lunes 16, a la espera de ver cómo va este miércoles una reunión a celebrar precisamente en la capital de Bielorrusia, en la que participarán Rusia, Ucrania, Alemania y Francia, y en la cual hay grandes esperanzas de llegar a una solución negociada.

En cualquier caso, las nuevas medidas punitivas no incluyen ninguna sorpresa especialmente desagradable para Moscú, ya que centraba las restricciones en los instigadores de la revuelta en Crimea y el oeste ucraniano.

Concretamente, consisten en añadir a 19 personas y nueve empresas más a la lista de sancionados por la UE, con prohibición de acceder al bloque comunitario y con sus capitales congelados.

Se añaden así a una lista global de 132 personas y 28 empresas. No existen nombres prominentes de rusos. En la nueva lista que dejarán en suspenso este lunes los ministros sí hay algún nombre ruso, pero de segundo nivel, explican fuentes diplomáticas europeas.

La alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, ha planteado a los ministros la conveniencia de dejar en suspenso esas sanciones como oportunidad para propiciar la negociación. La iniciativa está apoyada por Francia y Alemania e incluso por los propios ucranianos, que ven en este retraso una herramienta de negociación.

Así, los ministros únicamente han aprobado los textos legales necesarios para introducir las sanciones, pero han aplazado su aplicación hasta el lunes. Para revocar la publicación de las medidas restrictivas en el Diario Oficial de la Unión Europea, y por tanto su entrada en vigor el día 16, sería necesario que los Estados miembros acordaran "por unanimidad" ese cambio.Una decisión prudente, en opinión de España

En Europa hay muchos países, y ni mucho menos la posición de darle más tiempo a Rusia es compartida por todos. Un grupo de países, capitaneados por Polonia y las naciones bálticas, y entre los cuales también se encuentra Reino Unido, albergan grandes dudas sobre la iniciativa de paz que consideran que aumentar solo la lista de los sancionados, no resulta eficiente. Y apuesta por aprobar medidas más duras, a la vista del aumento de la tensión entre Ucrania y los rebeldes prorrusos.

No es ésta la posición de una España que también prefiere seguir apostando por la diplomacia. Así lo dejó claro este lunes el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, quien dijo que la decisión de la Unión Europea es una decisión "prudente, porque "no tiene sentido seguir intensificando" las medidas restrictivas hasta ver si se producen avances en la cumbre del miércoles en Minsk.

"Se da un mensaje diciendo que si Rusia y los rebeldes prorrusos aceptan una solución negociada, no tiene sentido seguir intensificando el ritmo de sanciones", ha declarado Margallo en una rueda de prensa en Bruselas, al término de la reunión de ministros de Exteriores europeos.

El jefe de la diplomacia española ha advertido, no obstante, de que si no se constatan mejoras en el este de Ucrania ni hay acuerdo el miércoles en la cumbre entre Rusia, Ucrania, Francia y Alemania, entonces los Veintiocho seguirán trabajando en la "tercera fase de sanciones", esto es, sanciones de tipo económico contra Moscú.

Preguntado por si un acuerdo en Minsk llevaría a la UE a revocar esta última lista de sancionados o un paquete mayor de medidas restrictivas, Margallo ha apuntado que los Estados miembros irán "todo lo lejos que se pueda en función de los avances".

"Ahora estamos (dedicados) a hacer viable los acuerdos de Minsk y, sobre todo, establecer los mecanismos para que los acuerdos que se firmen sean cumplidos, honrados y ejecutados por todas las partes", ha indicado el ministro español.Minsk, una ventana de oportunidad

En este sentido, García-Margallo ha recalcado que la cita en Minsk supone que se "abre una ventana" de oportunidad para estabilizar el este de Ucrania y que apunta la "buena voluntad de empezar a hablar". En cualquier caso, ha añadido, para que el acuerdo sea viable debe garantizar "un alto el fuego, una línea de demarcación y la retirada de tropas y armamentos extranjero".

García-Margallo, además, ha advertido de que las perspectivas que abre para el proceso de paz la cumbre del miércoles, aún pendiente de confirmación, supone una "última oportunidad" para el acuerdo. De lo contrario, ha advertido, los Veintiocho darán un paso más en su política de sanciones de cara a nuevos castigos que tendrán un "severísimo coste para todo el mundo".

Según cálculos del titular de Exteriores, la Unión Europea ha tenido pérdidas por valor de 21.000 millones de euros desde que se inició esta crisis y, aunque ha dicho no estar en condiciones de facilitar cifras concretas para el caso español, ha estimado que en el sector turístico el perjuicio para España ha sido "del 30 por ciento".

En cuanto a cuál debe ser la relación de la Unión Europea con Rusia en el futuro, Margallo ha considerado necesario elegir si se quiere que Moscú sea "socio o adversario estratégico", y ha dejado claro que "España quiere que Rusia sea un socio estratégico".

"A Rusia la necesitamos por muchas razones, no sólo por las económicas. Hay que contar con Rusia para hacer viable Ucrania, para resolver de forma más rápida el problema sirio, el problema iraquí y el problema iraní, eso sí, siempre que acate la legalidad internacional", ha zanjado.

Mostrar comentarios